MARIO AGUILERA-04/07/2021
Soy Mario Andrés Aguilera Merlo, nací el 28 de junio 1993 en Villa Mercedes, San Luis, donde hasta el día de hoy sigo viviendo. Soy el hermano del medio, entre mis dos hermanas Luján y Silvia, y mis padres son Mario E. Aguilera Merlo y Mónica S. Aubert.
Hasta el día de hoy cuando escuchamos con mi papá, que alguien llama “¡Mario!” la respuesta es casi siempre la misma: “¿Cuál de los dos?”. Esto se ha prestado para confusiones tanto para llamadas por teléfono y hasta para atender la puerta. A algún Mario están buscando.
De mi niñez recuerdo que siempre vi a mi papá pintar como un hobby. Él es ingeniero químico, y su forma de relajarse después del trabajo fue la pintura en óleo, o hacer manualidades por simple placer. Viéndolo fui aprendiendo a dibujar, a hacer maquetas y juguetes con cartón, hilo y papel maché, a esto sumándole la influencia de un programa de televisión que se llamaba “Art-Attack”, donde la frase célebre que decía el conductor, Rui Torres, era: “Recuerda; no hay que ser un experto para ser un gran artista”.
A medida que iba creciendo pasé más tiempo en la casa de mis abuelos maternos: Pedro Aubert y Chany, algo por dentro me decía que esa casa era mi taller de juegos, donde disfrutaba jugar con mis abuelos, ya sea armando rompecabezas de madera, haciendo el famoso engrudo especial de “Art-Attack” o tratando de dibujar lo que veía en la tele.
De chico nunca fui de leer mucho, me distraía fácilmente con las ilustraciones de los cuentos, y lo próximo que quería hacer era copiar los dibujos que veía, la historia no me importaba. Pero cuando conocí las historietas comprendí que puede ser bastante divertida y atrapante la lectura, y más cuando uno elige qué leer.
Mi primaria la realicé en la escuela “Remedios Escalada” y el secundario lo finalicé en el Instituto Sagrado Corazón, lugar en el que, en el último año de cursada (2010), hice varias carteleras para los días festivos en los pizarrones de los pasillos. A eso sumarle que, por la recomendación del profesor de computación Marcelo Nuñez, con quien había visto los principios de photoshop, animación y programación web; conocí que había una profesión en la que había que dibujar, crear e inventar para trabajar.
Al año siguiente ya estaba viviendo en San Luis, estudiando una carrera que no tenía idea de que existía, pero que ya tenía toda mi atención y quería vivir de ello. El diseño gráfico.
Durante los estudios de la carrera “Licenciado en Diseño de Comunicación Visual”, en la Universidad Católica de Cuyo, hubo una materia en las que veíamos específicamente la historieta, la cual estaba dictada por Martín Salinas, y gracias a él comencé a ver la historieta a través de ojos más analíticos, y llegar a poder apreciar todo el trabajo que hay por detrás, desde la redacción del guion de la historia, el desarrollo de personajes, el diseño de páginas y viñetas, hasta el entintado.
Era volver a enamorarme de la carrera y de todo el abanico de posibilidades que se abría al alcance de la mano, pero sobre todo sentirme capaz de hacer y sentir que podía llegar a una calidad profesional de mi trabajo, no sólo en la historieta sino también en el diseño propiamente dicho aplicado a marcas y estrategias de marketing, combinando todas las herramientas que fui aprendiendo.
Años después, en el 2016, ese mismo profesor de historieta me presentó un proyecto de hacer una primera publicación de cómics, el cual consistía en una antología de historias que posteriormente se conectarían: la historia que me tocó dibujar fue “Ticsa Nº1: El primer humano” con guion de Jorge Giménez Roca, idea original de Mariano Medina y con la dirección de Martín Salinas. Esa experiencia en la historieta, con la ilustración de carátulas y diseño de editorial fue un gran disparador que me permitió animarme a comenzar mi propia tira cómica “Un Día Más”, narrando el día a día, poniendo en viñetas pensamientos, fantasías y sentimientos con los que uno puede o no sentirse identificado.
Considero que cuando crecemos seguimos siendo niños, pero aprendimos a jugar de otra manera. Digo esto porque a medida que fui creciendo seguí jugando a dibujar, pintar y crear, y logré convertirlo en mi profesión, pero la pasión y la alegría que siento hoy al dibujar, escribir y diseñar es la misma que cuando era niño. Hoy en día soy Licenciado en diseño de comunicación visual, ilustrador e historietista, donde aplico todo lo que jugué en mi infancia y por supuesto lo que profesionalicé realizando mis estudios en la universidad.
Si tuviera que elegir una palabra que me pueda definir elegiría la palabra “observador”. Aprendo observando a las personas, las situaciones y, por supuesto, a mí mismo.
Exelente Mario , sos un groso
Orgullosa de vos Marito!! Sos un grande de verdad! Lo sos por dentro y por fuera. Te quiero hasta el infinito!! Sos hermoso!! Con amor tu tía, ( aún conservo los dibujitos que me regalaste cuando eras muy chiquito?
Orgullosa de vos siempre! ❣️ Te mando un abrazo enorme. Te quiero mucho ❣️
Estoy muy orgullosa de ser ru abuelita. Segui asi