Raquel Teté Gurruchaga-03/10/2021
Mi nombre es Raquel Teté Gurruchaga, tengo 58 años, nací en Villa Mercedes, donde resido actualmente. Mis padres son Silvestre Gurruchaga y Ramona Érica Correa, ambos de Villa Mercedes. Tengo doce hermanos de los cuales quedamos solo cinco: Walter Aníbal, Juan Andrés, Humberto, Carlos Hugo, Miguel Ángel, José Antonio, Sandro Silvestre, Silvia Inés, Mirta Edith, María Olga, Beatriz del Valle y Norma Raquel.
Vivo con mi hija menor de 17 años, Amanda Quillen, y tengo un hijo varón de 35 años.
De los recuerdos de mi niñez, me vienen a la memoria los juegos como el elástico, la payana, el juego del pata, la soga, la rayuela, cuando jugábamos a las escondidas, a pillar, a la ronda y a la carrera de autitos, al trompo, entre otros juegos que compartíamos con amigos de la infancia.
Cursé mis estudios primarios en la Escuela Nº105 Provincia de Corrientes, hoy la escuela se llama 240. Comencé a trabajar desde muy niña por lo que no pude completar mis estudios secundarios, iba a la escuela Vicente Dupuy de noche y me dormía en clase, tuve que dejar de estudiar. A los 42 años tuve la oportunidad de ingresar a la Universidad para estudiar Periodismo Universitario, gracias a la ley que permite el acceso a estudiar a mayores de 25 años.
Elegí mi profesión de manera muy particular, lavaba papas en una verdulería de esta ciudad y en el paso hacia mi casa pasaba por una farmacia que estaba ubicada en la esquina de San Martín y San Luis, comencé a ofrecer mis servicios de barrer veredas y el espacio de la calle a cambio de que el dueño me permitiese usar una máquina de escribir que estaba a la vista. Tenía entre 13 y 14 años, un día solicitaron mecanógrafos en el diario Impulso y me presenté, pude acceder a trabajar allí, nunca me pagaron pero aprendí a cómo se estructuraba un diario. Más tarde de tanto reclamar en una radio como una vecina más, me convocaron a trabajar en Radio Acuarela en el año 1989 y de allí pasé a la TV en Supercanal, luego en una Radio en San Luis capital y otros medios de comunicación.
Actualmente, soy la directora de Radio La Nuestra 100.3, un proyecto anhelado, poder diagramar un multimedio que permita la intervención de más de 500 mil personas.
Obviamente, Radio La Nuestra 100.3 me ha marcado, me ubica del otro lado, donde hay que ser parte directa de un proyecto tan importante como lo es la radio.
Soy igual al resto de los demás. Pero con una actitud frente a la vida que me ayudó mucho. Soy frontal frente a cualquier situación, espontánea, sincera, directa, sin filtros. En actividad mi mayor capital es el oyente o el lector de nuestros medios, donde se jerarquiza sin cuestionamientos al que está “Del Otro Lado”. Me convertí en una gestora permanente en necesidades, reclamos y solicitudes, de todo tipo de urgencias.
La solidaridad es el eje central de mis emociones, tan es así que presido una fundación llamada «Del Otro Lado», donde canalizo absolutamente todas las necesidades urgentes de las personas, oyentes o no.
Mi pasión es la radio, mis enojos: las discriminación y la inequidad social.
En la música soy muy variada, me gusta mucho el folklore de protesta Indoamericano, la Bossa Nova, los lentos internacionales y también mucho el Rock Nacional. Prefiero los escritores latinoamericanos, y disfruto mucho de leer la historia de los grandes hombres y mujeres de la política partidaria, que dejaron conceptos fuertes en la sociedad mundial.
En mi tiempo libre me gusta disfrutar de lo que realmente me gusta hacer, hago montañismo, senderismo, trekking, y de vez en cuando hago Trail running.
San Luis es la genética que corre en mis venas, la esencia, San Luis es el lugar en el mundo, es el acervo cultural que pone el acento en sus costumbres, cultura, y su belleza natural que nada le va alterar, sucumbir en su historia es el acopio cultural más importante a la que un ser humano puede aspirar.