Hojear sin juzgar el cuaderno de bitácora de viaje en esta pandemia en el que diferentes y distantes personas escriben reflexiones y sentires de esta historia

La Opinión/ La Voz del Sud

Nos asomamos a la bitácora de viaje en pandemia de David Leal, Presidente de la Fundación Universidad Axioma, San Luis:

El hombre es futurizo, es el término que se ha acuñado para pensar al hombre que piensa en sí y su proyección en el futuro.

Cuando se comenzó a hablar de la pandemia uno empezó a imaginarse un escenario que nunca antes se había vivido, no a esta escala, así que lo primero fue imaginar cómo seguía ese mundo en medio de esa crisis, y cómo poder transformar esto en una oportunidad, para el desarrollo, para el crecimiento, para la continuidad de los proyectos educativos que nosotros desarrollamos. En mi caso, soy, además de Ceo Fundador de Universidad Axioma, regente de una escuela secundaria para jóvenes y profe en la Universidad Católica de Cuyo. Fue salir a repensar a través de qué medios virtuales podíamos trabajar la educación en la virtualidad.

Algo que me sorprendió fue como la comunidad internacional empezó paulatinamente a acatar el pedido de cuarentena. Empezamos a ver como también el mundo, la naturaleza, el planeta, mientras las personas enfermaban, se guardaban y fallecían, paradójicamente el planeta empezó una recuperación, porque en las ciudades con muchos smog y contaminación, comenzó a disiparse el aire con el correr de los días, aparecieron animales silvestres en diferentes zonas que eran consideradas pobladas o céntricas.

Ir analizando día a día todo eso fue bastante reflexivo, los mares, los ríos, los bosques, la vida misma avanzaba proporcionalmente a lo que el hombre, de alguna manera, se iba guardando en sus domicilios.

La sociedad debe ser reflexiva, a veces confiamos en las instituciones y depositamos más fe de la que deberíamos, de manera tal que cuando sentimos que es insuficiente lo que las instituciones puedan hacer, eso nos lleva a reflexionar en cuánto podemos hacer nosotros por la naturaleza, por el planeta, por el semejante y por nosotros mismos.

Esa reflexión nos debe llevar a modificar nuestras formas de vivir. Después de la cuarentena, que fue prolongada, la sociedad esperaba el advenimiento de una humanidad más humanista, pero no se ha dado en todos los ámbitos y esto es preocupante, las crisis deben servirnos para lograr una mayor sensibilización y empezar a vivir las acciones desde otra perspectiva, hay que pensar en qué nos va a hacer falta para que como sociedad podamos reflexionar profunda y significativamente sobre nosotros mismos.

Desde lo personal pude aprender a vivenciar la realidad desde otro lugar, tomé esto como una oportunidad para poder estudiar mucho, aproveché para compartir en familia, para comprender que la vida es muy frágil, más frágil de lo que podamos imaginar, así que a la salud y a la vida hay que cuidarlas.