Epistolario (I)
Por José Villegas
Las Cartas Quillotanas
Continuamos ilustrando con fragmentos de este polémico epistolario entre Alberdi y Sarmiento, de un ejemplar que adquirí en la ciudad de Quillota (siguiendo los pasos de Alberdi), allá por el 2007. Lo pongo a disposición de nuestros lectores/as de “La Opinión” y “La Voz del Sud”.
CARTA 1° – Alberdi – Quillota, enero, 1853.
“¿Quería usted pelear por la libertad? Magnífico pensamiento. Pero debió usted tomar el fusil, la subordinación y el silencio automáticos del soldado que sabe serlo, en vez de ir a discutir la cucarda que debía llevar el ejército y las medidas económicas que debían adoptarse para después de concluida victoriosamente la campaña, que no había dado principio. Cuando no se lleva un contingente de diez mil soldados, o una gloria militar que los valga, no se va a discutir esas cosas, de poder a poder.”
CARTA 2° – Alberdi – enero, 1853
“¿Hasta cuándo, Sarmiento, piensa usted vivir peleando y combatiendo? ¿Cree usted que a punta de dicterios y de bayoneta conseguiremos alguna vez que de los elementos que nos ha legado la vida colonial; de la anarquía habitual que nos ha dado la república; de la falta completa de inteligencia y prácticas constitucionales, que nunca hemos tenido, salga una organización política intachable desde el primer día, por una elección tan libre y pura como si fuese hecha en Norte América por electores envejecidos en las prácticas de la libertad? Cuando ustedes ambicionan eso, ¿están en su juicio, o quieren reírse de nuestros pobres pueblos?”
CARTA 3° – Alberdi – febrero, 1853.
“Presentar a Facundo Quiroga (uno de los mayores malvados que presenta la historia del mundo), como la personificación, como el ideal, como el espejo fiel de la República Argentina, es el mayor insulto que se pueda inferir a ese país, honesto y bueno, que tiene la desgracia de perseguir la realización de la república representativa sin tener para ello sino elementos imperfectísimos… El día que creáis lícito destruir, suprimir al gaucho porque no piensa como vos, escribís vuestra propia sentencia de exterminio y renováis el sistema de Rosas». Más adelante sigue pidiendo por la igualdad social: «Dad garantías al caudillo, respetad al gaucho, si queréis garantías para todos. «[Facundo] es la política del partido liberal exaltado, que desconociendo lo que había de normal en el hecho del caudillaje, quiso suprimirlo de un golpe, ya sancionando bruscamente las instituciones más adelantadas de la Europa del siglo XIX, ya fusilando o suprimiendo a los caudillos. Delante del poder irresponsable, se alzó la libertad omnímoda, y se quiso remediar el despotismo del atraso con el despotismo del progreso: la violencia con la violencia». […] no es posible tolerar que Ud. siga empleando contra hombres iguales a Ud. en amor y en servicios a la civilización el tono y el lenguaje que en diez años se acostumbró a dirigir contra los asesinos de nuestros hermanos y de nuestras libertades».