Mi nombre es Natalia del Valle Belzunce Lagos, nací el 29 de diciembre de 1991 en la ciudad de San Luis. Crecí en la zona de la Avenida Julio A. Roca y Colón. Desde chica siempre fui amiguera, de jugar con los vecinos. Recuerdo siempre que es Mecha, mi abuela del corazón, con quien concurríamos a la iglesia Sagrado Corazón de Jesús y a la Parroquia de Santo Domingo, participando en sus actividades, ella era muy devota y yo la acompañaba.

Mi primaria fue en la escuela Bartolomé Mitre, finalicé la secundaria en la escuela Paula Domínguez de Bazán. Ingresé en la Universidad Nacional de San Luis para estudiar la Licenciatura en Nutrición, paralelo a ello también estudié Cosmetología y Maquillaje Profesional. Trabajar como maquilladora profesional me llevó a participar en grandes proyectos como spot publicitarios y cortos, lo que me ayudó en lo económico para poder llevar adelante mis estudios. Mi primer trabajo fue en el Carnaval de Rio en San Luis,  asistiendo a quien para mí es la mejor maquilladora de la provincia, Marcela Chari, luego la reemplacé en varios proyectos: el Noticiero de Canal 13, diferentes enlatados, y producciones como Stereo Chicos. Luego participé en la producción publicitaria para la gobernación, lo que me permitió crecer y desarrollarme en lo social. Fue muy enriquecedora esa experiencia, hoy en día mi participación en los medios como columnista de nutrición tiene que ver con mi trabajo de tantos años detrás de cámaras y quizás por ello hoy me toca trabajar como profesional en las columnas de los medios.

Me gustaban muchas carreras, definirme en una fue difícil, a los diez años, después de esa situación de una pérdida familiar, tuve la iniciativa propia de armar una huerta donde me ayudó mi tío. Ese fue el primer detonante para estudiar nutrición después, hoy creo que fue la mejor decisión que tomé. Soy apasionada por lo que hago, amo muchísimo mi profesión. La nutrición está conectada al origen de la vida, es el primer contacto que tenemos con nuestra madre, es nuestro sustento para la vida, está conectado con lo social, porque son estos hábitos los que aprendemos desde bebés, y vamos modelándolos de acuerdo a la cultura en la que vivimos.

Es importante pensar en la nutrición como modo de vida saludable desde la prevención, siempre recurrimos a un profesional cuando estamos enfermos, deberíamos comenzar antes. La prevención está orientada a evitar enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, hipertensión arterial, obesidad. Siempre es importante la conciencia sobre los hábitos saludables y la actividad física, pilares fundamentales para la vida, que deben ir de la mano siempre. La alimentación para un deportista de alto rendimiento debe ser adecuada a su necesidades, depende el deporte que se realice, los requerimientos de esa persona serán de acuerdo a si estudia o trabaja, o si hace ambas actividades, si se necesita algún objetivo de aumento de masa muscular. Los alimentos más nocivos son aquellos con mayor porcentaje de grasas saturadas como snacks, los fritos, dulces y los panes que llevan grasas trans, azúcares, grasas, o los denominados carbograsas, junto a ello las bebidas gaseosas azucaradas que tienen alto porcentaje de azúcares y sodio.

Siempre podemos cambiar nuestros hábitos, el cerebro tiene la capacidad de adaptarse permanentemente a nuevas experiencias, si empezamos de grandes es más difícil pero se puede. Es importante siempre hacer análisis clínicos, lo que nos permitirá saber si hay deficiencias o excesos, y corregirlos. El desafío más grande que se visualiza como un obstáculo es la falta de tiempo que tenemos para cocinar, los trabajos continuos que hacen que las personas coman fuera de su casa, y cómo hacer para preparar las viandas para no saltarse las comidas, o cómo adquirir los alimentos.

Los hábitos inadecuados sostenidos en el tiempo son perjudiciales para la salud. Mi amor por el deporte surgió en la adolescencia donde comencé a practicar atletismo, que comparto junto a mi hermana Vero y mi primo, este deporte me abrió las puertas de la nutrición deportiva.

Trabajo en el ámbito privado desde consultorio, pertenezco al proyecto deportivo de la Federación Atlética Sanluiseña como asesora nutricional, además participo en varios proyectos paralelos relacionados a la nutrición y nutrición deportiva. Estoy en la finalización de mi especialidad Clínica Metabólica, solo me queda la tesis en la Universidad Juan Agustín Maza. Me veo como una luchadora que está intentando siempre salir adelante, mejorando lo que hace, me siento identificada con muchos jóvenes puntanos que estudian, trabajan, emprenden y luchan desde donde están, su país. Más importante es hacer que criticar o dejar que las cosas pasen sin ser parte o sin accionar. A los jóvenes como yo les digo que siempre hay oportunidades, hay que buscarlas, trabajarlas, no rendirse por los obstáculos, siempre se puede seguir adelante y nunca bajar los brazos.