Gastón Ariel Sosa-29-05-2022
Soy Gastón Ariel Sosa, nací el 2 de noviembre de 1987 en San Luis. Pasé toda mi infancia en el Barrio Amep, fui a la escuela Maestro Puntano en la primaria, y en la secundaria a la escuela Félix Beltrán. Comencé a incursionar en la música con la guitarra de mi abuelo, cada vez que iba a visitarlo. De tanto insistir, mis padres me la compraron y empecé a tomar clases. Tocaba en los recreos de la escuela, me crié con el rock básicamente. Finalizando la secundaria me junté con gente que estaba más o menos en la misma y armamos una banda de rock, con temas propios y covers. Nos fue bastante bien, grabamos nuestro primer disco, hicimos giras pequeñas por Córdoba y Mendoza, solo para divertirnos, la banda se llamaba “Puras Patrañas”.
Después seguí tocando la batería pero por poco tiempo. En ese momento tenía descartado dedicarme a la música, a los veinticuatro años me fui a estudiar Contador Público a Córdoba, después volví a San Luis y comencé a estudiar Producción Musical en la UNSL, pero no me recibí.
Descubrí la música electrónica y empecé con mis primeras producciones, que en ese momento eran pésimas, pero fueron el pie para empezar a incursionar en nuevos sonidos. Saber tocar la guitarra me dio ciertas facilidades, pero la carrera es más que nada teoría musical, es la base que supongo tienen todos, más allá de saber usar un programa para grabar.
Hoy en día hay software para hacer música con estructuras rítmicas armadas, no hace falta saber cómo está compuesto un acorde porque ya el programa lo da.
Conozco a muchos productores que hacen música en su casa con una computadora sin saber técnicas de producción musical o de teoría musical, y se puede hacer algo decente gracias a la tecnología. Si se sabe usar el programa, el soft arma distintas secuencias de acordes, facilita un montón, algo que los programas de antes no lo hacían, había que tener muy en claro la teoría musical.
Las posibilidades son infinitas, aunque yo soy más de la vieja escuela, me gusta grabar bajos acústicos, a veces grabar guitarras no es necesario porque el programa tiene instrumentos digitales que emulan de muy buena manera los instrumentos acústicos. Lo que el mercado demanda tiene que ver con la simpleza, con lo bailable, con lo rítmico y no tanto con cuestiones melódicas profundas que tanto extrañamos del rock nacional, de Spinetta, de Charly, que no están en la música actual porque a mi entender van atadas a la demanda en el mundo. Hoy se sube una pista a Spotify, que se puede escuchar desde cualquier lugar, se ha unificado tanto la demanda, el mercado, entonces se apunta allí porque genera regalías importantes.
Lo que hago es música de baile, para la pista, para que suene en un boliche y la gente lo baile, eso también como que encaja en un determinado público. Cuando termino de hacer una entrada, una pista, se la envío a un sello discográfico de cualquier parte del mundo. Hoy en día simplemente con tener el mail se puede mandar música a quien uno desee, si gusta, lo sellan y mandan un contrato donde consta el porcentaje de regalías a favor, lo que corresponde al sello, la página donde se promociona la música y demás, de esa manera el productor (yo) me ahorro la difusión publicitaria en las plataformas y el sellos envía mi música a sus contactos y DJs del mundo para que pongan esas pistas, lo que genera una vidriera para el artista, se vende más pistas y genera más regalías, así es la parte mecánica de este trabajo.
Los productores que hacen música electrónica también salen a tocar, si bien son dos actividades relacionadas, no tiene que ver una con la otra, hay DJS que no producen y productores que no son DJs, aunque la mayoría tiene esa combinación. Me dedico más a producir, por ahora no encuentro el espacio dentro de la escena puntana como para tocar todos los fines de semana, tampoco lo busco, no espero nada en particular, que se vaya dando si se tiene que dar y si no, seré profesor de Historia que es lo que estudio, estoy en tercer año, también trabajo en Canal 13, como director de cámaras, de eso vivo y es lo que me permite darme esos gustos.
Mi género se llama progressive house, Hernán Cattaneo es un DJ muy conocido y tiene un ciclo llamado “Urbana Play” donde utiliza música de todo el mundo, recientemente usó un track mío, y fue la segunda vez, es un gran envión anímico. También ingresé en un sello llamado Soundgarden, cuyo dueño es Nick Warren, reconocido productor inglés, que también es DJ. Han sido dos momentos importantes para mi carrera. Nunca escucharán de mí decir que todo es posible, son cuestiones que omiten la realidad de tantas personas que la están pasando muy mal, creo que hay un montón de factores o variables que hacen que uno tenga la posibilidad de dedicarse a lo que le gusta, más en este país, donde muchos no tienen lo que merecen.