Karina Rodriguez, 12-06-2022
Mi nombre es Karina Rodriguez, tengo 50 años, nací en Capital Federal, provincia de Buenos Aires. Mis padres, José y María Luisa, ambos oriundos de Villa Mercedes, se fueron a Buenos Aires por razones de trabajo. Se casaron allá y, cuando yo tenía 9 y mi hermano 6 años, nos mudamos a esta hermosa provincia, porque mis papás se volvieron por la radicación industrial. Mi hijo Nicolás, de 24 años, estudia Bioingeniería.
De mi niñez tengo recuerdos muy vagos, allá en Buenos Aires. recuerdo que teníamos la escuela al lado, entonces mi mamá durante los recreos nos pasaba cosas ricas para comer junto con mi hermano, la zona en la que vivíamos era muy húmeda por eso estaba plagada de sapos, una vez jugando en la arena toqué un sapo y todavía llevo ese trauma sin superar en mi vida…Ya estando en Villa Mercedes recuerdo las Navidades cuando llegaban mis tíos y primos de Buenos Aires, somos una familia numerosa. Cuando nos juntábamos eran momentos increíbles.
Mis estudios primarios los realicé en la escuela Raúl B. Diaz, luego terminé en la 240. El secundario y luego el profesorado lo hice en la escuela Normal, y mi postítulo en tecnología lo hice en el IFDC. Actualmente estoy cursando un Maestría en la Provincia de Córdoba.
Quizás el destino me llevó a elegir la orientación biológica, pero me costó mucho, por eso pasé a ciencias naturales, recién al tercer año cuando ya tuve que hacer mi práctica profesional y mis primeras clases en una aula de secundaria supe realmente que era mi profesión, esto es lo mío. Cuando me recibí hice mi segunda carrera durante dos años como Profesora de Educación Tecnológica. Lo artístico en mí comenzó en el secundario con mi amiga y directora de toda la vida, Cecilia Ortíz del grupo de teatro Federico Garcia Lorca, con ella comenzamos a hacer los primeros pasos en el escenario, y conjuntamente comencé a bailar folclore. El arte me sirvió para mi otra profesión que en la docencia, soy una persona muy tímida, y esto me ayudó a sacar mi personalidad al dar clases. Cuando subí a un escenario a actuar supe enseguida que eso quería hacerlo por siempre, cuando bailé por primera vez el escenario de Calle Angosta fue increíble, emocionante, el público es único.
He tenido muchos desafíos, siempre admiro y agradezco a mis directores en folclore y en teatro, que han sacado lo mejor de mí, soy de renegar mucho, me costó confiar en mis capacidades, pero en cada proyecto y en cada nuevo desafío me ha llevado a hacer cosas maravillosas, a bailar, a cantar, a realizar distintos personajes, a la enseñanza, soy de ponerme la camiseta y pelear por ella hasta el final para que todo salga a la perfección.
En lo personal ha sido una bisagra el nacimiento de mi hijo, después mi profesión, pelear para poder encarar mi profesión, porque fue muy difícil, estuve casi 5 años sin poder ejercer como profesora, trabajando en otras actividades para mantener a mi hijo, y eso me marcó mucho. Otra cosa fue perder mi casa y tener que volver a lo de mis padres. Hay muchas cosas que me marcaron en la vida.
Me considero una mujer luchadora, que le peleó a la vida y le ganó, que crió una persona única y maravillosa, soy buena como madre, hermana, como amiga, buena hija, buena profesora, una buena actriz y una buena bailarina, porque todo lo que hago lo hago con pasión.
Me emociona una buena película, soy de llorar, me gustan las demostraciones de cariño. Me apasiona un paisaje serrano. Me enoja la mentira, el menosprecio, soy dura conmigo misma.
Me gusta la música de los 80, el folclore, el pop latino. Me gustaba mucho leer novelas, ahora leo libros de didáctica, referentes a mi carrera.
Disfruto de mi tiempo libre, que son en mis vacaciones por lo general, con mi familia, viajando, visitando a mi ahijada que tiene 9 años y vive en La Punta, cuando puedo visito a mi sobrina en Córdoba, amo Córdoba.
Tengo muchas cosas de mi madre, el ser luchadora, trabajadora incansable, mi madre es mi pilar, la que me marcó en todo para ser como soy.
La amistad lo es todo, tengo a mi amiga y hermana del alma, Ceci, tengo amigos del trabajo que se han portado de diez en momentos duros de mi vida, después tengo si muchos conocidos, pero siempre soy muy fiel a mis amigos.
Con Villa Mercedes fue una relación que comenzó bastante complicada, en mi primera escuela viviendo en la ciudad sufrí bullying, no solo de mis compañeros por mi forma de hablar, mis pronunciaciones, sino también de algunos maestros… Tanto que al mes una docente le dijo a mi mamá que yo no iba a terminar la primaria, como que era un caso perdido, porque estaba muy atrasada, la paradoja de la vida mucho tiempo después en un colegio secundario que yo trabajo como docente, tuve a los nietos de aquella docente. Hubo un tiempo en el que no me adaptaba y me quería volver a Buenos Aires., pero con el paso del tiempo uno va echando raíces y empiezas a sentirte parte de San Luis, amo sus bellos paisajes.