Reportajes

Enrique Eduardo Rodríguez, 10-07-2022

Mi nombre es Enrique Eduardo Rodríguez, tengo 54 años, soy nacido en la ciudad de Villa Mercedes. Hasta los 6 años estuve viviendo en paraje Las Isletas, ya que mi viejo era ferroviario y estaba afectado a ese lugar, luego volvimos a la ciudad. Mi padre se llamaba Juan Faustino Rodríguez y mi madre Carlota Sosa, ama de casa. Tengo 10 hermanos, el mayor Roque Juan, le siguen Hugo Jorge, Miguel Ángel, Carlos Omar, Nora Gladis, Norma Edith, Rosa Liliana, luego Héctor Mario (ya fallecido) y la menor Sandra René. Hace 26 años que estoy casado con Noemí Ester Funes, con quien tenemos dos hermosas hijas: Marianela y Marina Gabriela Rodríguez.

Recuerdos en mi infancia cuando iba a la escuela en Las Isletas, tengo grabado en mis oídos la campana cuando sonaba para ir al recreo, las maestras, su enseñanza, la revista Billiken que traía un muñequito, ya en la ciudad recuerdo los sábados de fútbol en mi barrio con amigos y conocidos, de jugar al trompo, a los autitos, en la adolescencia juntarnos a comer asados y a tocar la guitarra, todas cosas sanas, los tiempos han cambiado mucho, totalmente distinto la niñez de aquellos tiempos con la actual.

La primaria la hice en las isletas, en la Escuela N°13 Coronel Rodríguez, terminé en la escuela 241 que actualmente es 371 Juan Bautista Alberdi.

En mi casa, mi padre tocaba la guitarra, así que mucho no me costó, casi que no me di cuenta desde cuándo tenía incorporada la música y que ya tocaba la guitarra, mi padre nos trasmitió su pasión. Mis hermanos Roque y Hugo tenían un dúo que se llamaban “Los Solitarios”, yo sentía profunda admiración por lo que hacían, y así fue que fui aprendiendo, un poco mirando y otro poco de puro oído, cuando quise ver, ya estábamos tocando junto con mi hermano Mario (fallecido), a los 25 años nos dimos cuenta que esto nos gustaba demasiado y que era lo que queríamos hacer, y fue así que formamos el conjunto que se llama “Esencia de Cuyo”.

Mario en primera guitarra y arreglos y yo siempre toqué el guitarrón, mi especialidad. En el festival San Luis en Enero fuimos revelación, esa noche compartimos escenario con los más grandes, momentos que te quedan guardados en el corazón. Participamos en 30 ediciones del festival de Calle Angosta. Llegamos a grabar en el año 1993 un material que se llamó “Cuyo en la Sangre”, luego grabamos con “Las Voces del fogón y Esencia de Cuyo”. Individualmente grabé con Modesto Muñoz, Rubén Gallardo, Los Hermanos Mercau, Paola Luna, Las Cuerdas Mercedinas y con las 100 Guitarras Mercedinas.

En la actualidad, con “Esencia de Cuyo” seguimos con las actuaciones, este año estuvimos en Calle Angosta 2022, fue la primera vez que tocamos luego del fallecimiento de mi hermano Mario que fue hace 2 años, y fue muy duro para mí, pero decidí continuar con el conjunto, es muy difícil subir a un escenario con una mochila así, con el peso de la responsabilidad que tenés como músico, como artista, tenés que tratar de ser equilibrado y contener las emociones en todo, para brindarle lo mejor al público. En esta oportunidad me acompañaron en Calle Angosta 2022 Víctor Eschemit y Luis Guijena y presentación en el escenario mayor, un maestro de la locución, el gran José Hugo Dutto.

Momento bisagra en mi vida siento que fue cuando me entregué a Dios, tuve un giro en mi vida, fue lo mejor que me pasó, tomar la decisión de entregar mi vida a Jesús hace 20 años.

Es muy difícil definirse uno, la definición te la da la gente, ellos son los que tienen la última palabra con respecto a tu persona y forma de ser, pero soy una persona humilde, sincera, un luchador.

Soy muy sensible, de lágrima fácil, la música, las cosas buenas, el cariño del público el aplauso me emociona. Mi pasión está dividida entre la música y el fútbol. Me molestan las injusticias, la soberbia, la mentira.

Me encanta escuchar música, escucho de todo, folclore cuyano, norteño, el cuarteto, el tango, los boleros, de todo.

Disfruto de mi tiempo libre con mi familia, cuando podemos armamos viajecitos relámpagos, nos encanta ir a las sierras, ya sea Merlo, o El Trapiche, El Volcán.

Como enseñanza de mis padres me queda el respeto, me quedó marcado como fuego en la piel, sea donde sea que vaya, que lo haga siempre con el respeto por delante, eso nos inculcaron desde niños a mis hermanos y a mí.

La amistad es algo muy importante, la amistad sincera, la buena amistad, la sana, en mi vida entra en el podio, está Dios, la familia y la amistad.

Amo San Luis, disfruto mucho de mi provincia, cuando puedo viajar lo hago, tenemos lugares espectaculares, lugares bellísimos, tenemos autopistas iluminadas para viajar de una punta a la otra. Mis felicitaciones para Alberto Rodríguez Saá, lo admiro mucho por su capacidad, es una persona muy inteligente y capaz, está un paso adelante siempre. Lo admiro y me gustaría darle un abrazo y felicitarlo, no tengo ninguna bandera política, pero sé reconocer a una buena persona capaz e inteligente y que ama a la provincia de San Luis.