Cristian Emanuel González-21-08-2022
Mi nombre es Cristian Emanuel González, tengo 36 años, nací en el barrio Santa Rita. Soy de la ciudad de Villa Mercedes, donde resido. Mi padre se llama Juan González, es oriundo de San Juan, albañil de profesión, mi madre se llama Lucia Arrieta y es de Villa Mercedes, ella de profesión costurera. Tengo dos hermanos que son artistas también: Lucrecia que es artesana, y Fernando, que es tatuador. Vivo con mi pareja quien ha sido un gran pilar en mi vida, y se llama Gabriela, tengo dos hijos, Valentín y Juan Ignacio y cinco hijos del corazón (Mariel, Pablo, Nacho, Cuchi y Ale).
En la esquina de Aviador Origone y Pte. Perón teníamos una canchita, y ahí nos juntábamos a jugar al fútbol hasta la madrugada con mis amigos y gente de barrios aledaños. También de niño jugué mucho tiempo al básquet y al fútbol en el club San Martín.
Mis estudios primarios los desarrollé en la escuela Vicente Dupuy, el secundario gran parte lo hice en la Quinta Brigada Aérea y después me recibí en el colegio Nacional. Estudié profesorado de teatro en el IFDC y también técnico universitario en mantenimiento industrial en la facultad, pero ingresé a trabajar a una fábrica y se me hizo muy difícil hacer ambas cosas (ya era papá) a tal punto que no pude continuar con mis estudios.
Tengo un taller de reciclado donde creamos muebles de todo tipo a medida y personalizados, todos hechos con materiales reciclados. Siempre me dediqué al cuidado del medio ambiente y a la inclusión, también hago trabajo social en los barrios, colaboro con cinco comedores de la ciudad, soy padrino de uno de ellos (Adulam).
Hace más de 10 años comencé dando talleres de arte reciclado en comedores de la ciudad y en la actualidad sigo haciendo trabajos sociales, hoy en día soy tallerista y trabajo en Casa de la Cultura, también soy bailarín, bailé muchos años folclore en la academia IFAL, hice muchos años comedia musical en el Federico García Lorca. Eso también me ha hecho crecer y perfeccionarme artísticamente, en la danza por ejemplo, fui capacitado por profesionales que venían desde Brasil y soy profesor de Samba brasileña, y también doy talleres de danza afro, en el año 2009 fui campeón nacional de danza teatro en el concurso de Gym on Stage en el teatro Metropolitan.
He participado desde hace 15 años en muchos carnavales de la provincia, en el año 2014 dicté un taller intensivo de danza Afro para bailarines de todo el país en Gualeguay, y en el carnaval de Río en San Luis trabajé en una cooperativa en el área de Ornamentación y diseño de trajes, también formaba parte de un grupo de bailarines en el ala de pasistas.
En el año 2006 viajé a Perú a bailar folclore, en un encuentro latinoamericano, donde representamos a la Argentina, en un momento vi a un hombre que estaba pintando con aerosoles sobre cartón satinado, y eso me interesó mucho, apenas volví de ese viaje lo puse en práctica y se transformó en una actividad para mí.
En el año 2009 vi a un artesano hacer un caballo con chatarra, me interesó, me puse a estudiar e investigar y así fue como me convertí en la única persona en la ciudad en crear esculturas de gran tamaño con materiales reciclados. En la puerta de mi casa tengo un Quijote de la Mancha y un robot en tamaño real.
Hice un increíble Hulk que doné al comedor Adulam en el barrio Jardín, una escultura de un galgo en gran tamaño en la canera municipal, un venado gigante en el Molino Fénix, una escultura sobre la donación pediátrica de órganos y tejidos en La Pedrera y hasta hice una intervención en un vagón abandonado colocando dentro una escultura de un tiranosaurio Rex en tamaño real, todo hecho con chatarra. Un gran referente mío en todo esto fue Carlos Regazzoni, artista plástico conocido de manera internacional y fue él quien le puso precio a muchas de mis esculturas…
Trabajo en Casa de la Cultura y formo parte del equipo de Organización de eventos en el Complejo Molino Fénix. Tengo un taller propio y en el cual trabaja mi hijo de 17 años (cuando no va al colegio), un hijastro de 21 y mi padre. Soy vocalista de una banda de rock llamada “Bloders”. Soy presidente de la Agrupación Casi Justicia Social, una organización sin fines de lucro que ayuda en los barrios más humildes.
Me defino como una persona justa. Me gustan las personas que son reales, odio la falsedad y las injusticias.
Me emociona mi familia, mis hijos, mi pareja, ellos son todo, son un pilar fundamental en mi vida. Me apasiona todo lo que hago, mi trabajo.
Mis padres son mi ejemplo con actos y con palabras. Me han enseñado todo de una manera muy simple, el respeto por sobre todo, la humildad, la honestidad y la solidaridad.
Mi relación con San Luis ha sido difícil, me costó muchísimos años que se me abrieran las puertas, pero después me di cuenta que cada cosa tiene su tiempo, todos tenemos el tiempo marcado, San Luis es lo que amo y no quisiera irme más de acá.