Reportajes

María Soledad Neiro-23-04-2023

Mi nombre es María Soledad Neiro, nací el 6 de marzo de 1979 en Junín, Buenos Aires. Viví mi infancia junto al deporte, vóley primero y básquet después, en el Club Argentino de Junín. Integré como refuerzo la selección de La Pampa, para el torneo de la Araucanía que se juega en Argentina y Chile. Llegué a la provincia por razones de estudio. En Junín estudié la carrera de Técnica de Laboratorio en Análisis Clínicos, pero me quedaron dos materias (computación e inglés).

Al finalizar la cursada me anoté en el profesorado de Educación Física, pero a mi madre no le gustó y me dio a elegir una carrera, yo elegí Biología Molecular, que estaba en San Luis. Llegué durante la peor crisis que ha vivido el país en los últimos años, en 2001. Cursé hasta tercer año, pero sentí que estaba estudiando algo que no ejercería.

Transité luego por varias carreras, entre ellas Analista Biológico, me quedaron dos materias, también computación e inglés (se ríe). Posteriormente me enganché con la Licenciatura en Nutrición, y me quedaron seis materias para rendir, que se vencieron con el tiempo.

Como venía de competir y cuando llegué no había básquet femenino, organicé un equipo que fui reclutando a través de carteles y afiches invitando a las chicas a jugar. Toda esa movida llamó la atención y el Coordinador de Asuntos Estudiantiles de la Secretaría de Bienestar, que me pidió que lo ayudara a conformar el Centro de Estudiantes de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia, que pertenecía a Franja Morada.

Me metí, hice mucho lío, fui dos veces Presidente del centro de estudiantes, la primera mujer presidente de la Federación Universitaria de San Luis. Fui al Congreso Nacional de Franja Morada, que tenía una organización que después cuestioné y fue parte de la desilusión que sentí y que me llevó a tomar otros caminos. Allí pedimos una Secretaría para San Luis, dentro de la mesa nacional, y nos dijeron que no.

Fue cuando me dije “este lugar no es para mí”. Vicente Fusco me llevó a trabajar con él en Extensión Universitaria, y comencé a aprender el mundo de los proyectos, averiguando sobre el Project Management Institute.

Fui voluntaria en la Asociación Amigos del Hogar del Niño, organizamos el festejo del día del niño y Edgardo Puebla, el presidente de la Asociación, me convocó para colaborar. Comenzamos a recuperar el espacio, había un albergue deportivo que se utilizaba para retiros y se brindaba un servicio. Un día Yamila Bustos conoció el lugar, después fue Norma Rosales, ella llevó a María Angélica Torrontegui que conocía la historia del lugar desde 1983, me dijo que era un lugar ideal para hacer una escuela generativa.

Al poco tiempo junto a ellas concurrieron el Ministro Amitrano y el Ministro Tomasevich y comenzó la Escuela Generativa, con la asistencia de los niños que teníamos en apoyo escolar, convocamos desde psicólogos, abogados, lo que necesitaran los chicos y la organización.

Ya trabajaba por entonces en el Ministerio de Educación, antes estuve en Medicina del Interior, del Ministerio de Salud. Posteriormente me llamó Alida García Peanu para que fuera Jefa de Movilidad en el Ministerio de Desarrollo Social. Luego, gracias a la resolución de un conflicto, pasé a manejar las parcelas de San Luis en el viejo plan de Inclusión Social, los que hoy son categoría F, acompañándolos permanentemente. Pasé a la Jefatura del Programa de Seguridad Comunitaria y luego con Natalia Spinuzza al Ministerio de Educación, acompañándola en el proceso de volver a conectar al estado con los docentes de las escuelas. Cuando ella se fue, me quedé en la siguiente gestión, y me quedé sin trabajo, me enfermé de cáncer, comenzó mi batalla en 2019.

Seguí trabajando como monotributista en las escuelas y a fin de año Natalia fue convocada para ocupar la Secretaría de Ambiente, me propuso acompañarla pero yo estaba tratando de salir adelante y un poco enojada.

En marzo del año 2020 me operé y a los pocos días se declaró la pandemia. Hice toda la rehabilitación con el oncólogo Fernández, en el Centro Oncológico de la provincia, con quienes siento un gran agradecimiento. Trabajé cargando los resultados positivos desde casa como funcionaria de Ambiente, y al volver a la presencialidad estuve al frente del programa Parques. Al tiempo me fui a Turismo con Marina Mendoza, armando proyectos para conseguir fondos. Con el Ministro de Producción, Juan Lavandeira, estuve siempre en el frente de batalla, en los circuitos. María Angélica me convocó para armar la escuela de formación del PJ. Finalmente Tatiana Olguín me llamó para integrar la oficina de prensa de la Secretaría de la Mujer.

Ahora soy candidata a Intendenta de la ciudad de San Luis bajo el sublema “Consenso”, cuya responsable política es Norma Rosales. Decimos que somos un equipo de la nueva política, no a la grieta, no a la agresión, podemos ser rivales, nunca enemigos.