Mi nombre es Mercedes Provitina, tengo 44 años, nací en Villa Mercedes. Mi mamá se llama Melé Closa, mi papá se llama Jorge Provitina y mi hermana se llama Virginia, todos oriundos de Villa Mercedes. Tengo dos hijas que se llaman Paula y Clara.

De mi infancia, no tengo buena memoria, pero se me vienen recuerdos con mi hermana, cuando salíamos de la escuela y nos íbamos caminando a la casa de mi abuela materna (Kika), ella nos esperaba con la merienda y bizcochitos de la panadería de mis tíos. 

También recuerdo ir al negocio de mis viejos, ellos fueron comerciantes, tenían un negocio de venta de ropa, y recuerdo jugar a vender ropa en la vereda con mis vecinas.

Fui a la escuela Mariano Moreno y la secundaria a la escuela Normal, donde tengo los mejores recuerdos de mi adolescencia y donde conocí a mis amigas.

Mi emprendimiento, de arreglos florales, surgió en un momento en el que decidí recorrer otros caminos, después de algunos cambios en mi vida, y siempre digo que mis padres fueron mis grandes inspiradores, ellos inconscientemente fueron los encargados de generar en mí una afinidad con la naturaleza.

Siempre me gustó tener flores en mi casa, en cada cumpleaños, en reuniones familiares o eventos armaba ramos, es como un cable a tierra para mí, además estoy en contacto permanente con la naturaleza, salgo a buscar follaje, ramas, yuyos que combinen para los ramos, así de a poco fue surgiendo este proyecto. 

En mi casa es donde tengo mi espacio y pueden encontrarme a través de Instagram como @mercedesprovitina, allí pueden ver algunos de mis trabajos. Hoy por hoy, los arreglos florales son parte de la decoración de algunos espacios, vas a encontrar ramos en oficinas, en locales de ropa, en consultorios, en restaurantes, bares, en fiestas, una vez que te acostumbras a verlos sientes que cuando no están falta algo.

Por otra parte, mi papá se dedicaba a la confección de ropa y tuvo un taller donde confeccionaba y fabricaba la ropa; era una persona con gran sentido de lo estético, pensaba en un proyecto y ponía en marcha su ejecución atento a cada uno de los detalles, desde el armado de la prenda hasta la decoración de la vidriera, por eso esto de armar ramos me recuerda a ellos, a mis padres, a mi propia historia.

Es difícil hablar de uno mismo, estamos viviendo en movimiento, siento que estamos en permanente cambio, que vamos evolucionando, hoy por hoy soy de una manera diferente a la que era, soy transparente, me muestro tal cual soy, no soy tan tímida como era antes.

Me gusta compartir en familia, con mis hijas, con mis amigas, viajar a donde sea, conocer nuevos lugares, otros paisajes, estar en contacto con la naturaleza… y las injusticias me enojan, me sacan.

Me gusta la música en general, por supuesto que depende de la ocasión es lo que escucho, generalmente rock nacional e internacional.

En mi tiempo libre hago actividad física, con un grupo de entrenamiento, algo que aprendí no hace mucho tiempo, que también empecé a disfrutar, lo practico al aire libre y siempre en distintos lugares de mi ciudad; en el lago, en los espejos de agua, en la pedrera, al atardecer, todo eso tiene para mí un extra, es por eso que digo, que el contacto con la naturaleza es muy importante para mí, para la vida, me carga de energía.

Mis padres me han dado todo y en relación a lo que me dedico aún más… ellos me transmitieron, creo inconscientemente, el amor por la naturaleza, las plantas… Desde muy chica sentía gran satisfacción solo de mirar paisajes, jardines, flores, gracias a ellos heredé el amor por la naturaleza, esa sería una de las cuestiones que me identifica con ellos.

Mis amigas son como mi familia. La amistad es fundamental en la vida de las personas.

En mi infancia viajábamos todos los fines de semana a Merlo, cuando Merlo era un pueblo muy pequeño, no es lo que es ahora, no me gustaba ir, me aburría… Actualmente o desde hace algunos años, me encanta viajar a ese lugar, eso que tus padres te transmiten cuando eres chico y no te das cuenta… Hoy encuentro en sus alrededores un lugar mágico para disfrutar.