Reportajes

Diego Iván Romero Díaz, 02-07-2023

Mi nombre es Diego Iván Romero Díaz, tengo 36 años, nací en Villa Mercedes el 18 de junio del año 1986, por eso viene el nombre de Diego. Mi papá se llama Ángel, oriundo de Corrientes, y mi madre se llama Claudia, oriunda de nuestra ciudad. Tengo un hermano al que le llevo 10 años, se llama Luciano Romero, es mi compañero en esto de la música. A los 15 años comenzó a incursionar y en la actualidad toca el acordeón y los teclados, es el director de la banda.

De mi niñez recuerdo esas reuniones familiares en la casa de mis abuelos maternos, mi abuela Anita que fue casi la impulsora de todo esto y mi abuelo Segundo Victoriano Díaz, que fue el que nos dio la crianza y la enseñanza. Recuerdo jugar al fútbol, los cumpleaños, las fiestas familiares. Para Navidad y fin de año se cortaba la calle y era disfrutar de la música, una hermosa etapa de mi vida.

De muy niño mi abuela me hacía participar en todos los actos escolares. En su momento, comencé a los 4 años, era el momento de Ricky Maravilla, entonces me disfrazaban de ese artista y con la clásica canción “¿Qué tendrá el petiso?” yo lo imitaba, y eso llamaba mucho la atención.

Tenía familiares que hacían música, tocaban la guitarra, la batería, otros cantaban, y así fui metiéndome de a poco. Comencé haciendo coros, tocando güiro, luego las timbaletas, la batería, y poco a poco la gente me fue descubriendo. 

Donde primero me destaqué fue en “Grupo Carisma”, allá por el año 2007, una banda local que interpretaba toda su música en el local “Espacio bailable” donde solía ser “La Mónica”. Era la cara visible de la banda. En el transcurso hubo otros grupos y bandas hasta que finalmente llegó el momento de decidirme y armar mi propia banda, que creé junto al grupo de amigos con los que veníamos ya de hace rato compartiendo música, hablando y compartiendo ideas. Se fue dando y llegamos a tener hoy lo que es “LA SABROSONA”. Hace 7 años que estamos firmes con la música. Es una banda de 13 músicos en escena, algo que no se veía hace mucho en nuestra ciudad. 

Hemos grabado 4 CD, 4 videoclips, tuvimos reconocimiento, ganamos concursos y eso nos llena de orgullo a todos los integrantes de la banda. Canal 13 fue fundamental para la banda por el espacio que siempre nos brindó.

El poder haber tocado en el escenario mayor de Calle Angosta fue uno de los momentos más lindos e importantes que vivimos. Nos tocó cerrar una de las noches como la primera banda tropical, cosa que nunca antes había sucedido. 

Cuando era muy joven solía ir con mis padres a los bailes que se hacían en Zarabanda. Allí presencié bandas como la de Sebastián y Miguel Alejandro. Otro lugar similar era la Sociedad Española, donde se hacían bailes que hoy en la actualidad ya no son los mismos.

Un momento bisagra fue el imponer lo que yo pensaba y creía que podía funcionar porque estando en otras bandas se aceptaban otras cosas. La partida de seres muy queridos, eso te enseña y te da la personalidad como para tomar decisiones y decidir que esto es lo que quiero y se pudo dar.

Me defino como un ser tranquilo, amiguero, familiero. Me gusta compartir, no soy de enojarme, salvo que encuentre algo o alguien que me saque, y aunque me enoje con una persona después si me necesita voy a estar.

Las emociones me las mueven los niños más que todo, mis hijos Joselian y Elián, mis padres, mi familia directa, mis abuelos que fueron el gran amor de mi vida. 

Me gusta la cumbia santafesina con acordeón y vientos, que es principalmente donde yo me siento más cómodo a la hora de interpretar. Pero bueno, nos adaptamos a lo que es la cultura de la ciudad y de la provincia en general, que nos exige y nos demanda ritmos más ligeros como el cuarteto, por ejemplo.  

En mi tiempo libre me gusta escuchar música y juntarme con amigos, disfrutar de los momentos con la música. El que está en eso sabe a lo que me refiero: el prepararse antes de una actuación, arrancar a las 15:00 armando, luego probar sonido, el vestuario y finalizar a las 06:00 de la mañana. Es mucho el esfuerzo, pero te da grandes satisfacciones.

Mis padres nos han dado todo a mi hermano y a mí, y ahora se lo dan a mis hijos. Si no fuera por ellos, no hubiera sido posible nada. Ambos están siempre acompañando en cada show, aportando lo suyo también. 

El tiempo te va demostrando realmente cuáles son tus verdaderos amigos. A lo largo del camino, la vida va filtrando y te queda en un grupo muy reducido. 

Siento que en la capital son más localistas, y eso está bueno, porque así cuidan a los suyos, a sus bandas, y acá en Mercedes nos toca competir con otros estilos, como el de Córdoba, por ejemplo. Pero nosotros seguimos manteniendo lo tradicional que son los bailes, y somos una de las principales bandas, en su momento la única que luchó por mantener la cultura viva. Todo se da gracias a nuestras familias que siempre nos acompañan y apoyan en cada paso que damos.