Laber(IN)to
Por Claudia Paz (*)
Soy uno con el bosque. Respiro a través de sus esporas, bailo cuando el viento mece los árboles y percibo en los minúsculos vellos de la epidermis el crecimiento de la hierba (y pensar que creí que era una cárcel, una maldición). Acá nací. Me parí a mí mismo. Cada recoveco existe porque existo. Soy inmenso, e intrincado, como él. Rey absoluto de mi dominio, un dios. Las criaturas que nos habitan me admiran tanto que temen acercarse; pero disfruto regalarles la posibilidad de conocer a su Creador y calculo que es tanta la emoción, que sus corazones se detienen. Y con la sangre aún palpitante los degluto enteros para que sigan viviendo en mí.
Así es como tengo el alma llena de pájaros y me basta cerrar los ojos para escuchar sus cantos.
Me gusta correr descalzo, a toda velocidad y a ciegas. Gritando, para que el eco me diga dónde estoy.
No hay lugares incorrectos, en todos lados estoy. En todos lados, Soy.
A veces permanezco quieto, agazapado y siento cómo el musgo crece en mi piel.
Soy todo lo que necesito. No hay mejor lugar para vivir que acá, en mí.
(*) Soy una cuarentañera que disfruta de jugar a que escribe.
Hermoso!!!
Te felicito ✌️ hermoso
Bellísimo!
Sublime!