La Aldea Antigua, Tertulias de la Aldea

El doctor Alvear y su revólver

La Opinión, octubre de 1923

El presidente doctor Alvear ha sido siempre un eximio tirador. No se han olvidado aún aquellos célebres torneos de Tiro Federal, en que el revólver del doctor Marcelo de Alvear hacía “proezas”. 

Ocupaba, invariablemente, el primer lugar en todos o en casi todos los “matchs”. 

A pesar de los años –que algunos han corrido desde aquellos éxitos– continúa siendo el doctor Alvear el gran campeón del revólver. 

Una de estas pasadas mañanas, el presidente se presentó en el stand de la avenida Alvear. La hora, muy temprana, mantenía la casa poco menos que desierta. 

El presidente se proponía probar un revólver sistema suizo, que le enviaban de Europa.

Cargada el arma, el doctor Alvear se fijó una distancia de 30 pasos. 

El primer disparo hizo “mosca” es decir el punto más alto del cartel. 

El segundo disparo hizo nuevamente “mosca”, produciendo explicable admiración entre los armeros y las pocas personas reunidas. 

Alargada la distancia por cinco metros más, sonó el tercer tiro y el cartel volvió a señalar la tercera “mosca”. 

El cuarto, el quinto y el sexto disparo se produjeron con el mismo éxito.

Los cuatro proyectiles restantes –hasta completar diez– quedaron tres dentro del circuito y uno en la línea. 

En resumen, un cartel admirable y un tirador temible. 

La puntería conjuntamente con el buen apetito son indicios de su juventud y buena salud, condiciones esenciales para gobernar bien.

Máximo Marcelo Torcuato de Alvear Pacheco (1868-1942) fue un abogado y político argentino perteneciente a la Unión Civíca Radical de tendencia liberal. Se desempeñó como embajador en Francia, diputado y presidente de la Nación Argentina.