Con un crucifijo y descalza llevando a Cristo

El pasado fin de semana, Argentina y el mundo estuvieron pendientes de un hecho histórico que sucedió en el Vaticano. El papa Francisco, en la Basílica de San Pedro, canonizó a la primera santa argentina: a María Antonia San José de Paz y Figueroa, conocida por sus grandes obras como “Mama Antula”.

El Santo Padre expresó con palabras muy sentidas que su vida y su legado son un ejemplo de inspiración que reaviva la opción por los últimos y para aquellos que la sociedad descarta y desecha. Dijo que como signo de amor y ternura, Mama Antula emprendió un camino de la santidad que implica confianza y abandono. Como cuando llegó sólo con un crucifijo y descalza a Buenos Aires porque había no había puesto su seguridad no en sí misma, sino que en Dios”.