BITÁCORA DE PANDEMIA
Hojear sin juzgar el cuaderno de bitácora de viaje en esta pandemia en el que diferentes y distantes personas escriben reflexiones y sentires de esta historia
Juan José Dimas es Periodista en Buenos Aires y comenta en su cuaderno: varias son las cuestiones que preocupan, y convocan mi atención y reflexión, tanto en diferentes planos, social, económico, y político: desde una perspectiva personal y temporalmente presente, presto atención al cuidado de mi salud; además el desarrollo laboral y la búsqueda de ingresos.
Desde una perspectiva interpersonal observo con preocupación la relación con las otras personas, desde familiares, amigos, vecinos, extraños.
Desde una perspectiva hacia futuro me interrogo acerca de cómo será la próxima pandemia; la adaptación en conocimiento para adecuarme a nuevas realidades tecnológicas.
Lourdes Loria es médica de Mendoza y reflexiona: mi pensamiento es enfocado en la segunda infancia y adolescencia, qué impronta quedará en ellos, cómo serán con esa experiencia de vida, en el futuro, más conscientes, más empáticos, más amor al prójimo. Ellos quieren cuidar el mundo que les queda…
Mercedes María Diz es Licenciada en Psicología en Córdoba Capital y expresa en su bitácora: los profesionales repiten en la tele la importancia de vincularse con los afectos que están lejos todos los días y con los que están cerca hablar acerca de lo que sentimos en esta situación. Esto levanta la inmunidad y favorece nuestra salud. Igual que mantener una rutina flexible pero una rutina que nos ordene y contenga. También si podes, ejercitar tu cuerpo.
Esta situación limite exhibe sin velos de quienes estamos rodeados vincularmente.
Cuando esto pase dejara secuelas, estrés postraumático y enseñanzas.
Veremos claramente al mundo, a los que nos rodean y a nosotros mismos. También las prioridades del planeta y nuestras prioridades.
No lo olvides. Sobrevivir la pandemia tendrá para cada persona una obligación ética para el mundo y nosotros mismos, el bienestar general y la búsqueda de felicidad…la verdadera.
Creo que las situaciones límites pueden sacar lo mejor y lo peor de cada uno, creo que todos tenemos partes nuestras sanas, en equilibrio y armonía y otras en desequilibrio, y muchos han descubierto la resiliencia que tienen, la capacidad de convertirse, de flexibilizarse, de diversificarse en el trabajo, en los roles, dentro del hogar, tanto con la familia, como para el afuera.
Pero considero que con lo que nos encontramos cuando paramos, puertas para adentro y sobre todo en un primer momento, fue con nosotros mismos y con la oportunidad de que si lo que vemos no nos gusta, modificarlo y lo que vemos como fuerte y un recurso positivo, fortalecerlo.
Estoy segura que siempre es una oportunidad y hay una esencia en cada uno de nosotros que sacando estos velos del consumismo, de la felicidad que viene envasada, enfrascada en productos que se supone que son los que necesitamos para ser felices, y distanciarnos de eso, y los que tenemos la suerte de tener una casa, un plato de comida y un lugar, nos encontramos con nosotros, con nuestros hijos, con nuestra familia, y una oportunidad ineludible de, en ese contexto con uno mismo, vernos realmente, sin todos estos velos.
Después lo que hagamos con eso es una responsabilidad individual y cuando salgamos de nuevo al mundo con todas las libertades o permisos que teníamos antes también será con lo colectivo, una responsabilidad ética y moral, primero con uno mismo y después con el afuera, porque nadie puede dar lo que no tiene, así que primero con uno.