SE FUE EL MEJOR DE TODOS
Editorial La Opinión
“Al Diego, a mí, me sacaron de Villa Fiorito y me revolearon de una patada en el culo a París, a la Torre Eiffel. Yo tenía puesto el pantalón de siempre, el único, el que usaba en el invierno y en el verano, ése de corderoy. Allá caí y me pidieron, me exigieron, que dijera lo que tenía que decir, que actuara como tenía que actuar, que hiciera lo que ellos quisieran. Y yo hice. Yo…hice lo que pude, creo que tan mal no me fue”.
“Nadie me hará creer, nunca, que mis errores con la droga o con los negocios cambiaron mis sentimientos. Nada. Soy el mismo, el de siempre. Soy yo, Maradona. Yo soy el Diego”. (“Yo soy el Diego” escrito por Diego Armando Maradona, publicado por Editorial Planeta, y realizado por Daniel Arcucci y Ernesto Cherquis Bialo).
“…Dejamos de buena gana al moralismo hipócrita y pacato el contrabandeo del cuidado de la imagen con valores éticos. Pero no aceptamos la posibilidad de entregar al sector más corrompido de esta ciudad, a la mala vida y a la camorra, la imagen del juego, de la victoria, de la supremacía deportiva.
Los ´desórdenes’ privados de un genio, de un artista, de un fuera de serie único, no pueden ser mezclados con su capacidad pública de ofrecer placer y arte. La teoría del ejemplo es digna de mentalidades cuyo moralismo limita con el totalitarismo…”. (“Te Diegum. Maradona, genio y transgresión”, de Vittorio Dini y Oscar Nicolaus).
Estos párrafos fueron parte de lo publicado en otra sección de La Opinión con motivo de su cumpleaños número 60. Qué bueno que ese texto fuera parte de la edición del 25 de octubre de este año.
Murió Diego Armando Maradona. El más grande futbolista de todos los tiempos. Y con eso no dijimos nada. Fue muchas cosas más. Aunque no sea necesario, cabe explicar la razón de estas líneas en este espacio. Maradona fue profundamente popular como La Opinión, que esencialmente habla de la gente y para la gente.
Maradona es un artista del pueblo, es un bastión de la cultura argentina. Y este es un espacio de artistas y de la cultura de un pueblo. Hay pocas expresiones tan artísticas, tan populares y tan fervorosamente culturales como el fútbol. La sensación más profunda es que no habría que escribir nada, tan sólo GRACIAS DIEGO.
Gracias por la felicidad que regalaste, por la generosidad al entregarte, gracias por esa entrega. Gracias por renunciar a todo tipo de hipocresía. Gracias por hacernos tan felices, tantas veces. Gracias por la dignidad para afrontar lo que sea. Gracias por Japón 79, por México 86, por Italia 90, y por cada vez que pisaste un estadio de fútbol. Gracias por ser de verdad.
Gracias porque alguna vez, en algo, los argentinos tuvimos al mejor de todos. Y muchos no pudieron soportarlo. Otra vez gracias por todo, y descansá en paz, o como vos quieras Diego.