NATALIA – PABLO DACAL
#UnTalDacal, 2020
Ya sé, no vas a llamar Igual me acuesto esperando Una palabrita de Natalia al llegar Si ya no puedo pensar Me voy de a poco entregando A todos mis sueños con Natalia, ya vendrá Y tal vez al soñar Pueda ver dónde va Esa luz en su andar Debe ser alguna señal Está nadando en el mar Se va de a poco acercando Toda la piel llena de arena al andar Quedó dormida en un bar Mis pies buscando las manos En la cama el cuerpo de Natalia al llegar Pasa un tren, un avión Claridad, sale el sol El reloj ya marcó La hora del reencuentro No tiene patria ni hogar Salió temprano de casa Si alguien se encuentra con Natalia Dígale que soy su hombre ideal Y no me asusto de nada Que quiero cuidarla y mimarla siempre más Más allá de lo que está mal o está bien El amor siempre fue un temblor tan sincero Más allá de lo que está mal o está bien El amor siempre fue un temblor tan sincero Mejor salir a pasear, sentir el viento soplando Volando el vestido de Natalia al llegar
Por Polaco Altavilla
El trovador indie Pablo Dacal estrenó en noviembre ‘Natalia’, un samba rioplatense de amor, que llegó a las plataformas digitales editado a través de Limbo Digital. Después de ‘Nada de Ti’ y ‘Pasatiempo’, ‘Natalia’ es el tercero de una serie de canciones encontradas durante la cuarentena 2020 reunidas en #UnTalDacal. Fue producido por Ezequiel Spinelli y contó con el clarinete de Daniel Melingo como invitado especial.
Como suele suceder en la composición de una canción romántica, usualmente las letras son ficticias para crear un ambiente con el escucha y generar empatía… pero en el caso de Dacal, la protagonista –y también tapa del single– es real ¡ellos son pareja! “La escribí después de una noche en que nos habíamos separado y al volver a encontrarnos se la mostré.
Se emocionó y yo también, por haber encontrado la canción que vuelva a reunirnos y a ella, después de haberla perdido”, recordó el compositor. “Todo el tiempo nos perdemos y nos encontramos entre nosotros y a nosotros mismos. Eso es lindo de las canciones, que puedan cumplir una función más real y concreta de las emociones, siempre tan evanescentes y momentáneas.
Una canción de amor, cuando aparece, merece ver la luz porque establece un mundo duradero. Son dadoras de vida ‘las tontas canciones de amor’, como las llama Paul McCartney, que algo sabe del tema”, resaltó gracioso Pablo, en referencia a la canción ‘Silly Love Songs’, de 1976.
Referente de la canción rioplatense (y aun así ese género no engloba todas sus influencias) Dacal editó 9 discos como solista (el último, ‘Mi Esqueleto’ –con El Trío Salvaje– de sonido post-rockero, fue nominado a los Premios Gardel como Mejor Álbum Artista de Rock 2019) y realizó una larga serie de colaboraciones, participaciones y discos de autor.
“Lo nuevo, lo contemporáneo, me interesa siempre aunque pocas veces me gusta. Y tengo un conocimiento algo distraído. No recuerdo muchos nombres ni las cosas que oigo hasta que vuelvo a oírlas, por lo que tu pregunta no me resulta tan simple”, precisó ante la descripción de sus primeras influencias y a los artistas nuevos que descubrió.
“En líneas generales, lo que se mueve dentro de cierto formato clásico de la canción ya me resulta aburrido: descubro la vuelta bastante rápido y no hay sorpresas. Entonces, prefiero las cosas un poco más corridas del eje.
Me gustan los buenos cantantes, originales y con intensidad. Esto no es simple, ya que oigo muchos artistas que cantan con la nariz o buscan demostrar lo que han estudiado. ¿A quién no le ha pasado? Pero cuando encuentro cantores con corazón, me rindo a sus pies. Artistas salvajes, arriesgados y verdaderos”.
Además de cantautor, Dacal es un artista multifacético que compuso música para artes escénicas, actuó en cine y teatro, condujo un programa de radio y protagonizó el documental Charco, Canciones del Río de la Plata.
Sobre qué le llama la atención de ahondar en varias ramas del arte, como la música, la literatura y el cine, Pablo expresó que “muchas de ellas tienen que ver con lo mismo: algo que está más atrás de los oficios y es una determinada idea sobre el mundo. Algo en la forma de ver que comparto con otras personas, me resulta particular y quiero contar a los demás.
Después están las particularidades de cada labor, que encuentro interesantes de puro curioso. Y el desarrollo del pensamiento, el trabajo en grupo o en equipo y la concreción de los proyectos. Me entusiasma que lo que imaginamos cobre forma y salga rodando al mundo. Una manera de intervenirlo, cuestionarlo y celebrarlo. ¡Hay mucho por descubrir!”.
Dacal es un artista introspectivo, de tomarse su tiempo puertas adentro para componer y crear, por lo que esta situación de aislamiento no lo perjudicó. “He trabajado en todas las circunstancias: encerrado en mi casa, frente a una montaña, viajando a través de los pueblos o en medio de una fiesta. Siempre estoy atento o al menos lo intento.
El aislamiento puede ser también una propuesta, la de indagar en nuestra propia casa y ver las cuestiones pendientes, que todos tenemos. Después está la economía y todos los dilemas a los que los cancionistas ya estamos acostumbrados. Hay que seguir adelante… y los amigos, tarde o temprano, volverán a brindar juntos”, resaltó este artista trotamundos.