Reportajes

ILEANA CHIRINOS, 24/01/2021

La mayor emoción me la genera el teatro. Conocer de teatro se lo debo a mi madre que me ha acompañado desde niña a infinidad de obras de ese género cuando salíamos de vacaciones. La representación teatral que más recuerdo es la “La Lección de Anatomía”, salí de verla muy conmovida y movilizada.

Mi pasión es leer y escribir, crear con la palabra. Mis mayores enojos son con la política y la falta de empatía, la incapacidad de la mayoría de la dirigencia de generar consensos, la necesidad de humillar a cualquiera que sea el adversario del bando que sea, la imposibilidad de ceder, eso realmente me molesta.

El hábito de la lectura es por sobre todo   la mayor de las marcas que reconozco en mí y que se debe íntegramente a mis padres. Ellos dos son grandes lectores.

Otra cuestión que mis padres siempre me inculcaron fue la importancia de seguir capacitándose de manera continua, como forma de vida, como responsabilidad profesional.

En mi vida la amistad es muy importante, aunque tengo pocos amigos, me gustaría verlos más, tengo varias amistades que superan las tres décadas.

Mi relación con San Luis ha sido como la de un noviazgo largo que atravesó algunas pruebas, nací en San Luis, lo vi cambiar radicalmente en los inicios de la democracia y hasta ahora, transité sus calles y boliches en mi juventud, El Trapiche en el día de los estudiantes, luego me fui a hacer mis maestrías a Buenos aires y pensé que tal vez no volvía y finalmente volví  y de nuevo, me re-enamoré de San Luis, de su calma, del magnetismo de sus sierras, ahora más que nunca me alegra vivir acá, se tiene otra calidad de vida.