RICARDO DARÍO PRINGLES- 21/03/2021
Mi nombre es Ricardo Darío Pringles, tengo 45 años, nací en la ciudad de Villa Mercedes (provincia de San Luis) donde resido actualmente. Mi padre fue Ricardo Daniel Pringles, quien falleció allá por el año 1995 siendo muy joven, con tan solo 45 años, mi madre es Gladys Luján, ambos oriundos de Villa Mercedes. Tengo dos hermanas, Lorena y Betiana. En el presente comparto muchos de mis días con mis hijos, si bien estoy separado trato de verlos lo que más puedo con mi pareja.
Tuve una niñez muy linda, un poco desarrollada en esta bella ciudad y otro poco en la ciudad de Bahía Blanca donde me fui de muy chico, a los 4 años, y volví a los 11 nuevamente a mi ciudad de origen, en plena radicación industrial.
Otros recuerdos importantes de mi niñez, en el Villa Mercedes de aquella época, están enfocados sobre mis afectos y mis amigos. Por aquel entonces tenía a mis abuelos Pringles en el campo ubicado en Las Chacras, en el departamento San Martin, y a mi abuela materna aquí con un pequeño asentamiento en un campo cerca de Soden, y así pasaba mis vacaciones de invierno y verano, un poco en el norte y otro poco en el sur, repartiéndome con toda mi familia.
Cursé mis estudios primarios en la Escuela Normal, el secundario en el Colegio Nacional Juan Esteban Pedernera, después de eso no continué estudiando, solo algún curso de computación, algo terciario, y después me tocó el servicio militar obligatorio, allá por el año 1991. Eso fue una muy buena experiencia para mí, algo que me dejó marcado como soldado. Fue un año donde también serví en la Vª Brigada Aérea, asentada en Villa Reynolds, y tengo un gran sentido de pertenencia con los soldados de la clase 73.
Mi padre siempre fue comerciante, por tal motivo no era extraño que yo me dedicara a esa misma profesión de comerciante o tal vez a la de empleado de comercio, eso lo heredé de chico. Mi padre siempre estuvo ligado a tiendas de comercio, y mi madre fue empleada de la telefónica.
Cuando terminé con el servicio militar me puse a trabajar en comercios que son muy reconocidos en la ciudad, sobre todo en el rubro de electrodomésticos, y el presente me encuentra trabajando en Expomuebles, donde ya hace cinco años que estoy, muy cómodo por cierto, me siento bien. El trato permanente con la gente ya está incorporado en mí.
Hace 11 años hubo algo que me marcó, si bien a mí siempre me gustó lo relacionado con la tradición, con los caballos… Con unos amigos decidimos formar una agrupación para desarrollar actividades emparentadas con nuestras tradiciones gauchas, con los caballos, ya sea para los desfiles patrios o para otros cientos de actividades.
Me considero un hombre tradicionalista, eso ya lo llevo en la sangre, aunque no soy un hombre campero, es decir criado permanentemente en el campo, pero me ha quedado el atesorable recuerdo de cuando pasaba mis vacaciones con mis abuelos en el capo, siento que de ahí viene el amor por nuestras raíces.
También estoy muy relacionado a la música cuyana, defiendo todo lo que tenga que ver con la tradición de la provincia y de todo Cuyo, eso me llevó a recorrer distintos caminos, representar a San Luis con el tema de la puntanidad, tuve la suerte de viajar a otras provincias y recorrer la nuestra de punta a punta con los gauchos.
Hace dos años y medio que soy el Vicepresidente de la Federación Gaucha, también participé en la federación anterior a la de mi gestión, eso me llevó a conocer mucha gente, tuve suerte que me hayan invitado a la Rural, a desfiles y con eso tener amigos por todas partes, en mi provincia y otras provincias también, porque me tocó participar en reuniones de la Confederación Gaucha que nuclea a todas las provincias argentinas. Es lo que nos gusta, lo que nos apasiona, cuando se puede ir los fines de semana a dar una vuelta con los caballos, participar y estar activos. También siempre que podemos nos juntamos a charlar un poco de historia, esa es mi otra gran pasión. Y en las juntadas no pueden faltar las guitarras, ¡por supuesto!
Hace casi tres años que me puse un objetivo más, ligado por supuesto a las tradiciones, fue así que comencé a bailar folclore en una academia que lleva el nombre de Juan Pascual Pringles, y que es parte de la familia. Yo soy descendiente, soy sobrino nieto de la novena generación de Pringles, algo que lo llevamos con orgullo en mi familia.
Mi lectura de preferencia es la historia, tengo amigos que me cargan, pero es lo que a mí me gusta. ¡Somos Sanmartinianos de ley!, nos gusta estar aprendiendo siempre lo relacionado a nuestros antepasados de San Luis.