Martha Edith Pérez- 16/05/2021
Soy Martha Edith Pérez, nací el 29 de mayo de 1951 en Rivadavia, San Juan. Cuando tenía dos años mis papás se volvieron a San Luis, ya que ambos eran puntanos, tengo más de puntana que de sanjuanina. Vengo de una familia muy humilde, muy trabajadora, mamá era una genia total porque todos los días trabajaba elaborando pan casero, bizcochitos o empanadas, lamentablemente murió a los 46 años de cáncer de mamas.
Éramos diez hermanas y un hermano de adopción. Un día me fui al cementerio porque sufría por lo que le había pasado, me ofrecí a sufrir la enfermedad en vez de mis hermanas para no volver a pasar por lo mismo, y así fue, yo tenía 23 años y un hijo de cuatro meses.
Pasé por operaciones, quimioterapia, e intervenciones médicas que me salvaron la vida, y no solo tuve la posibilidad de estar con mi hijo, sino que también mi hijo me regaló cuatro nietos. Crecí en zona norte de la ciudad, junto al hipódromo, donde hoy se está construyendo la réplica de un hermoso teatro. Me crie jugando con los árboles y el canal que por allí pasaba.
Tuve una infancia hermosa, llena de felicidad y cariño de mis padres. Después también estuve en Buenos Aires con mis abuelos que también eran de San Luis pero se fueron a vivir allá, quienes me cuidaron en el transcurso de mi enfermedad.
El trabajo en los medios llegó de grande, aunque soñaba desde chica con la profesión, agarraba un tarrito, le ponía un palito y hacía como si fuera la locutora de la radio. Tenía un pequeño receptor donde escuchábamos las novelas, me hacía la locutora, lamentablemente éramos muy humildes y mi mamá no podía pagarme una carrera, porque éramos muchos hermanos.
Con el tiempo pude cursar talleres en la universidad que me ayudaron mucho. Comencé hace 26 años, en Radio Sur de Juan Carlos Fernández, él me mandó a la calle con un grabador para hacer notas periodísticas, aprendí lo que era ser notera. Tuve un amigo muy importante que fue prácticamente un profesor para mí, Claudio Lucero, que me enseñó a manejarme en la radio.
Un día me dijo que pronto me iba a dejar sola, que ya estaba preparada para hacer el programa sola, hacía un programa para adultos mayores “Tercera Edad, una experiencia para compartir”, me acuerdo como si fuera hoy. Me enseñó respeto hacia el micrófono y eso es lo que valoro y siempre tengo presente.
Actualmente tengo mi propio programa en Radio Del Plata, antes estuve en Radio Popular, en Radio Pringles (programa “Vivencias”) después pasé a Radio FM Libre y posteriormente a Del Plata, hace cinco años que estoy, en ese programa había reflexiones, historias de vida, hasta nuestro propio gobernador nos contó su propia historia de vida en el programa, fue muy bonito, y muchísimas familias me llamaban para contarme sus historias de vida.
A cambio de mi espacio cumplía las funciones de movilera, pero un día decidí tener mi propio programa, ya había crecido lo suficiente así que hablé con los directivos y compré el espacio que hoy se llama “Infovivencias”, porque tiene una hora de información y quiero seguir con el relato, no hago historias de vida porque no me da el tiempo pero si ocupo la hora para reflexiones, me gusta llevarle a la gente un poco de tranquilidad ya que estamos tan cansados de cosas feas, rodeados de esta angustia.
Trato de que toda la audiencia se olvide por un ratito de lo triste que le pasa a diario y de saber agradecer lo que se tiene.
Trato de ayudar a la gente dentro de mis posibilidades, devolviendo un poco la ayuda que recibí cuando lo necesitaba. Mi padre trabajaba en la residencia del gobernador, hablamos de 1975, y un día la esposa del gobernador que se llamaba Leonor lo vio muy triste y él le contó de mi enfermedad, ella pidió verme, hizo todos los trámites y me llevaron a Buenos Aires.
Mi hijo se llama Guillermo David Estorni, mi nuera es Sofía, mis nietos se llaman Ezequiel, Agostina, Luciano Ramiro, son la luz de mis ojos, porque los nietos son lo más maravilloso que te puede ocurrir en la vida.
Mi sueño cumplido es que Dios me ha dado vida, tal vez más de la que me merecía, pero él debe saber por qué, mi horizonte es seguir sirviendo, seguir ayudando, seguir siendo una buena persona, colaborar con los que necesiten, así como me enseñaron. También preparé a gente para hacer radio y es una experiencia hermosa. Pienso que si todos nos uniéramos y fuéramos para el mismo lado, si apoyáramos a los gobiernos en sus medidas sería diferente, pero siempre hay gente que destruye en lugar de ayudar, no seamos tan mezquinos, a mí me daña mucho eso.