Silvina Sepúlveda-16/05/2021
Mi nombre es Silvina Soledad Sepúlveda, tengo 42 años, soy nacida en Villa Mercedes. Por cuestiones laborales de la familia me crie hasta mis 15 años en la ciudad de La Toma, después volví a esta bella ciudad. Mi madre Nélida Elena de La Rocha oriunda de La Toma, fue preceptora del nocturno, del Colegio Nacional y profesora de educación física, fue la primera mujer en dar esa disciplina, pionera.
Mi padre Tomás Alfredo Sepúlveda de nacionalidad chilena, tuvo una vasta trayectoria con la música, hace algunos años fue reconocido como el mejor bombisto de la provincia, en la familia ya venimos con la música en la sangre, en Saladillo hay una calle con el nombre de mi abuelo, en reconocimiento a su aporte con la música. Tengo cuatro hermanas: Claudelina, Marina, Carlos y Vanesa, y tres hijos: Maita de 23, Candela de 15 y Thiago de 5, soy abuela de un varón de cinco meses.
El recuerdo más importante que tengo de mi niñez, fue cuando tenía tres años, me regalaron unos patines que en ese tiempo estaban muy de moda, los de cuatro ruedas, y en un pasillo largo que tenía mi tía practicaba todo el día, más de una vez me pegué un golpazo, me levantaba y seguíamos jugando carreras con mis primos.
Mis estudios primarios fueron en las escuelas 114 y 357 y la secundaria en el Colegio nacional Juan Manuel Belgrano de La Toma.
A mis 14 años, en La Toma había un concurso de voces femeninas, Aldo, el de Los Diamantes, le pide a mi padre que me lleve a participar, los premios eran salir al aire por la única radio FM y la grabación en un casete, gané el concurso con un tema de La diosa Noelia, y al volver a Villa Mercedes unas amigas me desafían para que lleve el casete a radio 93.3 FM Familia, que por aquel entonces era furor en audiencia, nos juntamos con las chicas a escuchar y cuando escuchamos mi grabación explotamos de emoción, al día siguiente llega a mi casa el flaco Muñoz dueño de la radio y convence a mi padre para que me deje hacer un programa en su emisora, y desde allí tuve mi primer programa a los 14 años, desde ese momento nunca más deje esta hermosa profesión que amo con toda mi alma.
Actualmente y desde hace 7 años estoy trabajando en radio FM La Uno en el 90.9 del dial, que es de mi amigo y director Cesar Oviedo, con un programa que se llama «Sin anestesia» que va de lunes a viernes de 15 a 17 hs, donde compartimos información y buena música.
Desde que estoy en los medios, constantemente se acercaron a personas con capacidades diferentes, por lo general para solicitar ayuda, y siempre puse lo mejor de mí, a veces pensaba en silencio, qué haría si alguna vez me tocara estar desde ese lado, y Dios me tenía preparado algo muy grande, con el nacimiento de mi hijo Thiago, nunca me esperaba que él sufriera tanto por su salud, hoy gracias a Dios lo llevamos bastante bien con el tratamiento y el seguimiento de los médicos, mis dos ángeles, el Dr. Luis Giraudo y el Dr. Lucas Olagaray, ser padre de un hijo con capacidades diferentes es una bendición.
Me defino como una mujer luchadora, que se ha caído y se ha levantado muchas veces, he tenido gente que me ha sabido sostener y levantarme del piso, soy una persona llena de energía, llena de luz.
Mi emoción está relacionada con la empatía que siento por el otro, para bien o para mal, mi pasión la mueve el deporte la música y sin dudas la radio, soy una apasionada de la radio, me enoja el egoísmo de la gente, la vida tiene ida y vuelta, y nunca se sabe cuándo necesitas del otro.
Mi tiempo libre lo disfruto con mi familia, mis hijos, mi pareja, en mi casa en plena actividad ya que siempre hay algo para hacer.
Ahora que soy madre de hijos adolescentes entiendo a la perfección a mis padres, que pena que sea demasiado tarde, pero es una edad en la que te entra por un oído y te sale por el otro los consejos de los que realmente te aman.
Reconozco que soy celosa de mis amistades, amo a mis amigos y a mis amigas, me gusta compartirlo todo, somos de juntarnos a cantar karaoke, me encanta cuando algo sale sin planearlo, ya sea una cena o una mateada, los amigos son muy necesarios.
Amo mi tierra, amo a San Luis, me siento orgullosa cuando se nos nombra como ejemplo de algo en los medios nacionales, o cuando nos felicitan por nuestras zonas turísticas o nuestra belleza natural, a mí se me infla el pecho.
Me gustaría dejar un mensaje, nunca dejen de soñar, que los sueños se cumplen si luchas por ello, nunca imaginé estar en una de las mejores radios de la ciudad, doy gracias a Dios por eso, le doy gracias a mis hijos y a mis padres, por el apoyo constante.