JORGE ANTONIO CAMARGO- 08/08/2021
Soy Jorge Antonio Camargo, todos me conocen como “Pelusa”, nací el 26 de enero de 1969 en San Francisco. Aquí me crie, agradecido de este lugar hermoso, con río, piedras, árboles, montañas, muchas estrellas, un cielo impresionante e infinito. Un lugar donde la gente cultivaba la tierra, con frutas por todos lados, agua en ríos y arroyos, maravilloso. No quiero sonar exagerado, pero el que alguna vez leyó “Mi planta de Naranja Lima” sabrá lo que quiero expresar: un niño, sus amiguitos, el río, andando por el monte, quebradas, y los lugares hermosos. Últimamente estoy pintando acuarela y representando los lugares del pueblo, campo, casitas, ranchos, lugares típicos.
Me gustaba dibujar desde chico, recuerdo la escuela de la Banda Sur donde yo vivo, estaba la profesora de plástica que hacía concursos en la escuela y allí obtuve mi primer premio. Después conocí a nuestra referente, María Asunción Manca de Heredia (Asunta) y con ella tuve mis primeras clases formales de dibujo, yo tenía alrededor de trece años. Seguí pintando paisajes pero con un vuelo propio, con la búsqueda de un artista que es continua… experimentar con el color, la imagen.
Mi evolución fue sobre lo técnico, pintar un paisaje no es tan fácil como se cree, empecé con una pintura un poco más personal, de otro orden, digamos metafísica. Una de esas ideas es hacia dónde va la humanidad, la deforestación y la contaminación. Hace como cinco años pinté al óleo toda la zona urbana y en el medio un cubo de cemento, no sé por qué lo hice en ese momento, fue como una bajada de línea de algo superior.
El cemento invade de alguna manera. Me he sorprendido porque como todo lugar lindo empieza a crecer y veo las construcciones nuevas que empiezan a crecer y llegué a la conclusión de que había una parte intelectual que había captado una idea que se venía, pero no pensé nunca que fuera de esa manera, San Francisco creció mucho.
Otras pinturas tienen que ver con lo nativo, aquí estuvieron los encomenderos que luego fueron llevados a otro territorio, entonces se me vinieron a la cabeza las imágenes de las pinturas rupestres con ojitos perdidos en el monte, en el bosque, representando a los espíritus que quedaron en el lugar protegiendo, es parte de la pintura que yo denomino como metafísica, hecho de manera surrealista. También trabajo con la madera, en talla, escultura, y cerámica. En talla trabajo con rostros indígenas, o basándome en pinturas rupestres.
Empecé a pintar los paisajes, la gente más sencilla y humilde, estaba con un amigo pintando en un lugar muy lindo y le dije que pintáramos ese lugar porque pronto pasaría a ser un documento, porque se va a borrar, “vendrá una construcción y va a desaparecer”….me dijo que tomó conciencia de ello en ese momento. Siempre viene gente al taller y me compra mis trabajos, por ahora solo alcanza para adquirir materiales. Un muchacho youtuber llamado Fernando Recio hizo un video donde me entrevistó, y de repente hay gente que lo vio, que me reconoce y eso hizo que la gente se acerque al taller un poco más.
Actualmente trabajo en el Centro Cultural de San Francisco, dando un taller de dibujo y pintura, con mucha gente interesada, jóvenes y no tanto. Quiero aportar para seguir teniendo un presente y futuro turístico en la localidad, sería muy bueno tener más gente pintando, eso le agrega valor a un lugar turístico como este. Expuse una serie de murales durante el programa BAS XXI, que tenía que ver con la historia del pueblo. Junto a Roberto Agüero Baroja, hicimos una muestra en el Museo Dora Ochoa de Masramón.
Mi sueño o meta es poder transmitir el color, la luz, la armonía, la belleza de mi entorno, no es tan fácil captar la esencia de las cosas y poderlo plasmar para que otros lo vean y lo puedan disfrutar. Mi familia está compuesta por mi madre, ella tiene 83 años, somos diez hermanos, tengo a mi novia que vive en Capital y es artista, tengo sobrinitos que al menos cuando publico en WhatsApp miran lo que pinto y les gusta. Uno de ellos, Amadeo, es quien está como más presente. Tengo un taller y la idea es abrir al público, una casita Amarilla, en homenaje a Van Gogh, que admiro, y a Asunta, que fue mi maestra. Me gustan Lucio Anneo Séneca y Borges, con su metafísica me aporta imágenes.
Mi vida es muy sencilla, parezco un monje, a la tarde me voy al campo a pintar, y a la noche me quedo en mi casa con mi madre. Los seres humanos estamos muy complicados, hay mucha ansiedad en la gente y no se da cuenta que ha perdido el rumbo del amor con la naturaleza y el otro, el egoísmo está siempre. Hay falta de empatía, son cosas que en realidad no hacen bien, si el hombre no está bien consigo mismo termina molestando al otro.
Muy lindo ser humano, artista que se nutre con Cultura y esto me parece muy bueno , autodidacta en su pintura y refleja una hermosa perspectiva.
Mi saludo afectuoso
Pelusa es un artista muy querido del pueblo, su obra es muy interesante y sugerente.
Felicitaciones por la nota y felicitaciones a Pelusa por su trabajo.