Reportajes

Andrea Alejandra Zabala-10/10/2021

Mi nombre completo es Andrea Alejandra Zabala, tengo 43 años, soy nacida en la ciudad de Villa Mercedes donde resido actualmente. Mi padre es Juan Ramón Zabala, y mi madre Rosa del Carmen Scappini, tengo un hermano, Marcelo Zabala, y dos hijos: Dayana de 24 años y Javier de 26. Estoy en pareja con Lucas, con quien paso mucho de mi tiempo.

De mi niñez recuerdo lo que se podía hacer en esa época, y que hoy ya no: jugar en la vereda con todos los amigos del barrio… Recuerdo cuando los padres te llamaban con un grito a tomar la merienda, todo era tan seguro, en verano jugar hasta cualquier hora, no teníamos la tecnología de hoy, jugábamos tan sano, que me da mucha nostalgia recordar esa etapa de mi vida, y a toda mi generación les debe ocurrir lo mismo.

Mis estudios primarios y secundarios los hice en el colegio Sagrado Corazón y mi tecnicatura en la escuela de Psicología Social de Quilmes, provincia de Buenos Aires.

La inclinación para mi profesión como técnica en acompañamiento terapéutico la seguí a través de mi prima que vive en Buenos Aires. La carrera de “Acompañamiento Terapéutico” era muy nueva por aquel tiempo, y me llamó la atención, lo que se hacía, cómo se trabajaba, y fue allí que no dudé ni un segundo en saber que a eso me quería dedicar, es una carrera con muchas especialidades, se puede trabajar con niños con capacidades diferentes, con personas que sufren adicciones, con pacientes adultos mayores.

Mi carrera al principio la desarrollé con niños con capacidades diferentes, con ellos trabajé en su escuela, y el trabajo permanente con ellos es hacer adaptación curricular, depende de su patología para que sean pares con sus compañeros. También trabajé con personas con patologías psiquiátricas o de algún tipo de adicción, con esos pacientes lo que hago es controlar su medicación y acompañar como tal se describe en la carrera, a transitar su vida diaria con su enfermedad.

El momento que marcó mi vida es el nacimiento de mis dos hijos, fue un antes y un después, no sé, pienso qué sentido habría tenido mi vida antes de ser madre, a pesar de haberlo sido tan joven, tenía 17 años cuando nació mi hijo mayor.

Es difícil definirse a uno mismo, pero creo que la palabra justa sería: transparente… Es lo que soy, no podría ser o parecer algo que no soy.

Algo que logra mover mis emociones son las injusticias y el abandono, no puedo ignorar mis emociones en esos casos, hasta en el abandono de un animal, soy terriblemente amante de los animales.

La música que escucho es básicamente variada, pero el Rock Nacional de los 80 es lo que escucho habitualmente si tengo que musicalizar mis días. Mi género favorito por decirlo así.

Mi tiempo libre lo disfruto en mi casa, junto con mis hijos, dedicándoles tiempo a mis perros que son parte de mi diario vivir.

Hoy de mis padres me identifica y me determina la educación que nos dieron, a mi hermano y a mí, me parece que es lo fundamental que marca, también los valores que nos inculcaron.

La amistad en mi vida ocupa un lugar súper importante, los amigos son la familia que uno elige para pasar la vida.

Mi relación con San Luis, es mi lugar en el mundo, el lugar de mi nacimiento, el lugar que mis padres eligieron para criarnos y que yo elegí para criar a mis hijos, amo esta provincia, los paisajes que la embellecen, amo mi ciudad, sus calles.