Expresiones de la Aldea, Tertulias de la Aldea

El Jacobino

Por José Villegas

a

En el plan se identifican tres clases de individuos:
– los adictos al sistema que se defiende. El plan establecía que en tiempos de revolución estos gozarían de ciertos privilegios e inmunidades. Ningún delito se les castigaría, salvo la infidencia y la rebelión. Se los promocionaría en las milicias y en la magistratura. Sus acciones serían generosamente recompensadas.

– los enemigos declarados y conocidos. Para éstos se recomendaba seguir “la conducta más cruel y sanguinaria’. Castigar con la pena capital ante la menor semiprueba de hechos y palabras sobre todo cuando la o las personas implicadas fueran de renombre, y moderar el castigo cuando las personas no fueran de talento, riqueza u opinión. Proponía decapitar a gobernadores, capitanes generales, mariscales de campo, coroneles, etc.

– los silenciosos espectadores o neutrales (en términos del plan, los verdaderos egoístas). Éstos debían ser vigilados por el gobierno. Se recomendaba cooptar, a través de dádivas, cargos o empleos a los hombres de riqueza, talento o ascendente sobre las poblaciones.

Mariano Moreno

Plan Revolucionario de Operaciones

b

El pueblo no sólo debe contentarse con que seamos justos, sino que debe pretender que lo seamos ferozmente.

Mariano Moreno

Mayo, 1810.

c

El jueves 28 de junio de 1810, en su n° 4, la “Gaceta de Buenos Aires” publica el oficio del Cabildo de San Luis con fecha 14 del mismo mes, por el que esa institución reconoce la autoridad de la Junta Provisional Gubernativa. También en dicho número se publica el Decreto por el que la Junta felicita al Ayuntamiento de San Luis por la celeridad en manifestar su adhesión.

La orden de publicar aquel determinado y valiente oficio es del Dr. Mariano Moreno, quien cree que esa ejemplar acción debe contagiar al resto de las localidades del interior de ese Virreinato que se niega a desparecer. Además, y mientras tanto, el Secretario de Gobierno y Guerra, quien trabaja hasta la madrugada, va redactando el “Plan Revolucionario de Operaciones” y el “Decreto de Supresión de Honores”.

Pero, el día anterior, aquel apasionado jacobino criollo, escribe y hace enviar un oficio reservadísimo a los capitulares de San Luis, muy preocupado por la situación en Cuyo. Sobre todo en Mendoza, donde todo era  poco claro, ya que el comandante de armas Faustino Ansay, comulgaba con los sublevados de Córdoba.

Anuncia además, (esto sí por circular pública dirigida a los cuyanos), que el teniente coronel del Regimiento N°1 de Arribeños, don Juan Bautista Morón, “ha sido designado para el desempeño de una comisión de la mayor importancia para la tranquilidad general y conservación de estas provincias”. En realidad, Morón debía actuar tácticamente para evitar que los pueblos de Cuyo se plegaran al movimiento contrarrevolucionario de Córdoba, al que San Luis fue la primera en oponerse.

Aquel genial revolucionario escribía a los puntanos en la noche de ese frío miércoles porteño:

“La Junta cuenta con recursos efectivos para hacer entrar en sus deberes a los díscolos que pretendan la división de estos pueblos. Los perseguirá y dará un castigo ejemplar que escarmiente y aterre a los malvados”.

d

 “… hombre de baja esfera, soberbio, helado, lengua maldiciente, alma intrigante, demonio del infierno, bárbaro por lo cruel y sanguinario

Cornelio Saavedra

Carta a Chiclana

 15 de enero de 1811

Mariano Moreno por Juan de Dios Rivera. El único retrato que se hizo en vida.