Reportajes

Julieta Susana Ferrer-10-04-2022

Mi nombre es Julieta Susana Ferrer, nací el 4 de julio de 1981 en San Luis capital, me crie en Río Negro, en la localidad de Sierra Grande, un lugar maravilloso, allí es donde arranqué con la cerámica.Durante el secundario nos vinimos a vivir a San Luis, un tiempo donde todo eso se cortó hasta que de grande retomé de manera artística.

Mi mamá en Río Negro era directora de una escuela de arte, y en ese momento los docentes podían llevar a sus hijos a la escuela, prácticamente me crié allí, lo que más me interesaba era jugar con el barro, amasar, y eso fue lo que me terminó definiendo, inicialmente lo tomaba como un juego, luego a los 12 que era más consciente, hacía una pieza o una idea que a mí me gustaba. Digamos que comencé desde antes de nacer porque mi mamá también es ceramista con obras desde antes que yo naciera, viene de un linaje familiar.

Mi producción comenzó en San Luis, lo proyecté más como una salida laboral de algo que me gustaba hacer, si bien en ese momento tenía trabajo, los horarios no me dejaban estar con mi familia, entonces se me fue armando el rompecabezas. Hace 25 años que estoy en San Luis y con el taller pronto serán nueve años, primero arranqué con la producción por encargo, después pude ampliar un poquito más el taller para poder enseñar, soy creyente de que el sol sale para todos, después cada uno lo comercializa como quiere, como puede, por ahí si tengo dudas consulto con otras ceramistas.

Siempre tuve la idea de poder enseñar, de transmitir lo que yo siento, así otro lo puede disfrutar como lo hago yo, sigo produciendo y enseñando, divido mis tiempos. Siempre me he ido perfeccionando porque hay millones de técnicas, de variedad, todo el tiempo salen insumos nuevos, modernos, de hecho a veces con mi mamá chocamos porque ella es más clásica, yo estoy más modernizada pero ella es más tradicional, hay diversas técnicas y todos los años me voy actualizando, hago cursos en Mendoza, Córdoba, Buenos Aires, siempre actualizándome, aprendiendo de otros colegas; como acá muchas veces no hay insumos, voy a otro lado para aprender otras técnicas que acá no se consiguen.

Lo más lindo para un artesano es ir a la feria, es una fiesta, es el reencuentro con los feriantes, es toda una mística, no es solo ir a comercializar y a vender, es transmitirle el cariño de su obra, el valor que tiene para cada uno, el esfuerzo y la alegría que le pone cuando lo hace, el contacto con la gente te trae a la realidad. Con otros artesanos trabajamos en equipo, cuando necesito algo se los pido a ellos, es un trabajo en red y todo suma.

La armonía que hay en la feria con la gente es preciosa, hay mucha gente que nos desvaloriza por el precio, en cambio en la feria es otro clima por el cara a cara, en un comercio no socializás ni sabés lo que le sucede a la gente con tu producto, por eso en la feria eso nos llega al corazón y nos alimenta, más allá de la venta y de lo económico, porque yo vivo de esto. Mi producción tiene como dos sectores, la parte del bazar y lo decorativo tratando de innovar para no repetir, me gustan que las cosas sean funcionales.

Mayormente trabajo sola pero mi mamá viene a ayudarme, es mi compañía con la charla y el mate. Me gustaría que la gente conozca este arte, que tenga la experiencia de poder trabajar con la arcilla, hace bien al alma, no solo que uno se descarga sino que es muy reconfortante.

La cerámica viene de nuestros ancestros, no deja de ser parte de nuestros orígenes. Mi proyecto está en proceso de expansión, me gustaría tener mayor capacidad de producción, y sé que se va a dar porque lo tengo mentalizado. Paso por distintas disciplinas, pintura, porcelana fría, tallado de madera, lo que me hace pintar a mano alzada por ejemplo.Se puede trabajar con moldes usando barro líquido, hay que esperar un día, después se sacan las imperfecciones, se puede calar o pintar, se deja secar diez días, se pule, se lija y se pinta y va al horno, se esmalta y vuelve a horno, así sale con brillo.

El proceso son diez o doce días. Otra forma de trabajar es con sólido, como una plastilina que se amasa y que compro preparada pero uno también puede prepararlo, lo que lleva mucho más tiempo la preparación. Quiero agradecer de corazón a dos amigas, este proyecto tiene 9 años pero la he remado mucho, muchas veces en otro momento no me ha ido bien económicamente en otros momentos, muchas veces quise abandonar y estas dos amigas mías, Vanesa López e Ivana Bacca, me apoyaron en todo, fueron las primeras promotoras de mi emprendimiento, eternamente agradecida con ellas y por supuesto a la familia que siempre apoya.

Mis clientes, que los veo en las ferias y me cuentan que tienen mis productos, el cariño de la gente me encanta, lo valoro, lo agradezco y me llega. Aprovecho para invitarlos a que se sumen a mis redes y a venir a mi taller para vivir esta experiencia, también a que concurran a las ferias, allí voy a estar.