Reportajes

Antonella Flores-19-06-2022

Mi nombre es Antonella Flores. Nací el 5 de noviembre de 1987 en San Luis. Viví mucho tiempo junto a mis abuelos en la zona céntrica y cuando nos dieron la casa, nos fuimos al barrio Lucas Rodríguez. Juego al fútbol desde los cinco años, con mi pelotita de plástico en la terraza de la casa de mis abuelos, me acuerdo. Comencé a jugar con varones en la plaza del barrio, porque no había muchas nenas que lo practicaran, nos íbamos al parque IV Centenario a jugar. A mis viejos no les gustaba porque era la única mujer, pero después se acostumbraron. Los chicos me pasaban a buscar los domingos, y si no me dejaban yo me escapaba (se ríe). Decía que me iba a la casa de una amiga y en realidad me iba a jugar en una cancha media escondida, que está cerca del frigorífico.

Hice la primaria en la escuela N°5 Bartolomé Mitre, la secundaria en el Centro Educativo N°4 Nicolás Antonio de San Luis, y el Profesorado de Educación Física en el IFDC Juan Pascual Pringles. Mis viejos no eran muy amantes del deporte, el que si era muy futbolero era mi abuelo paterno, por él soy hincha de River. Siempre me gustaron todos los deportes, he jugado al hándbol, al básquet, hice también natación. Todos los deportes con una pelota los he practicado, jugué en todas las disciplinas. Arranqué de grande, a los 18 años tuve mi primera experiencia de club con Almagreñas, allí comencé en 2007. En 2018 pasé a San Martín de Villa Mercedes, en 2019 volví a jugar en San Luis en Juventud Unida Universitario, en 2021 pasé al Club Atlético Lanús de Buenos Aires, luego al Club Sportivo Estudiantes de San Luis y con Amine en el torneo de Futsal. En esa trayectoria integré la Selección de San Luis desde 2011 (1° puesto 2015), con Juventud Unida Universitario logramos el primer puesto del clausura local 2019.

Dentro de la cancha juego de lateral derecha, volante externa e interna. Según las descripciones de los técnicos y técnicas tengo capacidad de anticipación, seguridad en duelos individuales, intensidad de juego, buena lectura de juego y muy correcta en lo táctico, ofensivamente con buena salida de balón, asociación y proyección en el campo rival, además de llegada con centros laterales.

En Lanús fue amor a primera vista, estuve probando primero dos semanas y después quedé, un poco complicado porque veníamos de la pandemia y seguía trabajando en una escuela desde la virtualidad. Me fue bien, no me costó adaptarme al entrenamiento, solamente jugué de lateral, comencé de titular dos partidos, fui al banco algunos partidos y después volví a la titularidad que no perdí. Tuve que volverme porque no conseguí trabajo para poder quedarme, además no me llevaba muy bien con la DT. Volví y la verdad es que no quería jugar más al fútbol, me frustré mal.

De a poco comencé a entrenar con mis amigas, que la mayoría estaban en Estudiantes, me invitaron y me hicieron sentir tan bien que comencé de nuevo, volvieron esas ganas de estar dentro del campo de juego, jugué un torneo para Estudiantes y comencé en el Futsal también. Volvió la convocatoria de la selección provincial con un proyecto dando vueltas. Me salió la oportunidad de ir nuevamente a Lanús, con otro técnico. Me propusieron formar parte del equipo de San Luis para la categoría C de Afa (San Luis Fútbol Club) y decidí quedarme y apostar por este proyecto.

Siempre charlo con las chicas más jóvenes para que valoren lo que nos está pasando, no escuché que ningún otro club, como el nuestro, les pague a las jugadoras en categoría C, solamente en primera y alguna de la B. Agradezco a Cintia Ramírez y a su equipo, sin ellos no hubiera sido posible lo que está pasando en el fútbol femenino. Mi rendimiento físico tiene que ver con que nada es gratis en esta vida, si estoy muy bien físicamente es porque entreno el doble, me cuido muchísimo, tengo nutricionista desde hace varios años, doble turno en el gimnasio, no es genética, es mucho sacrificio y esfuerzo.

Tengo 34 años y me cuido muchísimo, además hay una generación que viene detrás pisándome los talones, por eso tengo que esforzarme el doble para mantener mi lugar. Antes de recibirme trabajé como profe practicante, pero sé lo que es trabajar en fábrica, en una gráfica o limpiando, no me da miedo ni me asusta trabajar de lo que sea.

Somos cinco hermanos, una familia que me apoya mucho y que junto a mis padres están orgullosos de mí, son mis fans número uno. Tengo solamente a mi abuela materna, hace poco perdí mi gran pilar, mi abuela paterna, quien siempre me impulsó a luchar por mis sueños. Trato de dar lo mejor, representar a San Luis tiene un plus, aconsejo cuando puedo a las más chicas, me mata que alguna no tenga botines, ayudo porque a mí me pasó. Momentos felices fueron cuando debuté en Lanús contra Belgrano de Córdoba, el 3er Puesto (Bronce) en los Juegos de Playa en Rosario 2018, y el 5° puesto Futsal a nivel nacional con Amine; con Juventud logramos varios campeonatos que no me los olvidaré jamás.