Reportajes

Viviana Ester Sereno,26-06-2022

Soy Viviana Ester Sereno, tengo 44 años, nací en Realicó, provincia de La Pampa. Actualmente resido en la ciudad de Villa Mercedes. Mi mamá, Amalia Josefina Echeverry, oriunda de Anchorena San Luis, y mi papá, Juan Alberto Sereno, nacido en Nueva Galia. Mi hermana mayor, Laura Analía. Comparto mis días con mi hijo Ulises Nikos Hadandoniou Sereno de 12 años, mi pequeño gran maestro.

Recuerdo de mi niñez los veranos en el campo de mi abuela Luisa en Anchorena, sus guisos exquisitos y su voz explicándome cómo se hacía cada cosa. ¡Sus abrazos! ese aire renovador, los paseos a caballo, las noches estrelladas. Atrapar luciérnagas con mi hermana. 

Hice desde jardín a secundario en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús. Estudié Diseño textil y de indumentaria en Buenos Aires, me volví en 2001, época del corralito. Aquí estudié un año de Abogacía, paralelo a la carrera del Profesorado de Artes con orientación en teatro, durante la cual me di cuenta de mi vocación por la docencia. He transitado el aprendizaje del canto, las obras líricas y las canciones de musicales son de mis favoritas. Sigo entrenando mi voz con mi profesora Verónica Ahumada. Cantar es como volar para mí, la danza también es parte de mi vida, el ballet es una de las actividades que me llena el alma.

Un día iba caminando por la calle Junín, y en la puerta de la escuela de Bellas Artes sentí que debía entrar… Fue un impulso interno. Una señorita que me preguntaba en qué carrera me iba a inscribir, me mostró las opciones y le dije: “teatro”,como si estuviera en un trance. Siempre fui muy tímida, durante la cursada de la carrera fui descubriéndome a mí misma. El escenario es un espacio sagrado, un gran referente dentro de los profesores que tuve fue el maestro Alejo Sosa, de él aprendí que todo proceso es bueno y que siempre se puede mejorar.

En el primer año de la carrera, surgió la oportunidad de dar un taller de teatro en la escuela Sargento Romero, ad honorem, fue un antes y un después, lo hicimos con un compañero y amigo Martín Lucero. Una compañera me invita a hacer una entrevista para una obra, La revuelta de Santiago Serrano, mi primer protagónico, dirigido por Ana Maria Gandini. ¡Un sueño! Formé parte de algunos grupos de teatro como nuevo teatro, Axt, actores por el teatro, Federico García Lorca, Otro Mambo, Compañía de Eventos, de la cual formo parte hoy. Fui directora del taller de teatro para niños, adolescente y adultos “La voz del origen” en la Casa de la Música durante 5 años. Retomamos actividad en el salón de estudio “Carmen Ávila ballet” en 2019, donde continuamos hasta que la pandemia nos obligó a distanciarnos, pero seguimos comunicados. También formé parte de algunos coros como Ars Nova, Camerata de la Luna, y una de mis primeras profesoras de canto fue Andrea Gallardo, quien me enseñó a confiar en mi voz.

Con gran alegría puedo anunciar que reactivamos la actividad con mi taller “La voz del origen teatro”, para vivir hermosos momentos de conexión de almas, para transitar un teatro sanador, transformador.

Ha habido varios momentos que marcaron mi vida, donde aprendí que a veces se extraña a alguien toda la vida. Mi encuentro con el teatro, que me transformó profundamente y me sigue transformando. El nacimiento de mi hijo… ¡Fue un antes y un después universal!, es la obra más increíble que he puesto en escena.

Me definiría con el nombre con el que he bautizado mi centro holístico: “Mujer Fénix”, siento que soy fuego en movimiento, un enjambre de luces y sombras que bailan buscando el equilibrio.

Me enojan los obstáculos que me invento muchas veces, por miedo.

Me encanta la música lírica, la ópera, la sacra, la melódica, la instrumental, la oriental de China, de la India. La árabe me gusta mucho bailarla. Me gusta mucho leer sobre teatro. 

Disfruto mi tiempo libre con mi hijo, mirando películas y escuchando música, visitando a mis padres, a mi hermana y sobrinos, compartiendo con ellos, charlando con amigos.

Mis padres me han enseñado el amor incondicional, que los grandes actos de generosidad son silenciosos, que hay que decir la verdad siempre, que las personas buenas no son muy conocidas pero transforman las almas de quienes los conocen y les generan profundos cambios siempre para bien.

San Luis es mi segundo hogar. Aquí he vivido la mayor parte de mi vida, tengo tantos recuerdos creados en esta tierra… El hecho de haber podido formarme en mi provincia como docente de teatro en el Instituto de Formación Docente Continua, es maravilloso poder tener ese recurso a la mano, fue una gran ventaja que me abrió las puertas a muchas oportunidades de crecimiento laboral, artístico y  personal.

He publicado un libro titulado “La voz del origen, un salto al interior”. ¡Pronto podré compartirlo con todos ustedes!