El beso que llevaron al infinito y más allá
Por Eliana Cabrera
Alisha Hawthorne, comandante y mejor amiga de Buzz Lightyear, llega a su casa después de una jornada de trabajo. Al llegar, la recibe con un beso de bienvenida su pareja. Lo único que hizo que esta escena de pocos segundos trascendiera fue el hecho de que ambos personajes son mujeres. ¿Por qué molestó tanto un acto cotidiano y breve en la última película de Disney Pixar?
Lightyear fue censurada en 14 países, entre ellos Arabia Saudita, Egipto, Indonesia, Malasia y Líbano, por la escena del beso entre dos mujeres de solo tres segundos, que además no se trata de un primer plano sino que de hecho es bastante discreto. Sin embargo, los países alegaron que la película “viola las normas de contenido de los medios de comunicación del país”, ya que la homosexualidad es considerada un delito aun en zonas del Medio Oriente y Asia. La productora de la película, Galyn Susman, afirmó que “no vamos a eliminar nada, especialmente algo tan importante como la relación amorosa e inspiradora que le muestra a Buzz lo que se está perdiendo por las decisiones que toma, así que eso no se eliminará”.
Si bien era previsible que la película fuera censurada por aquellos países conservadores que sostienen la criminalización de la homosexualidad, en el resto del mundo también existió un fuerte rechazo de parte de padres y madres que afirman que el contenido es “inadecuado” o “imprudente” para una película infantil. “¡Yo jamás llevaré a mis hijos a ver Buzz Lightyear!”, anunciaron a través de las redes sociales. La cadena de cines Cineplanet se volvió tendencia por añadir una advertencia sobre la “ideología de género” de la película en la página web donde se compraban las entradas, un aviso que luego de muchas críticas eliminó.
Lo curioso del reclamo que manifiestan quienes no están de acuerdo con que un pequeño beso entre mujeres y la visibilización de una relación lésbica aparezcan en una película animada es que no haya habido reclamos del mismo tipo cuando, en otras películas dirigidas a las infancias, se hayan mostrado explícitamente escenas realmente violentas y cuestionables.
Besos de príncipes adultos con princesas jóvenes, de dudoso consentimiento como es el caso de Blancanieves o la Bella Durmiente, princesas encerradas y esclavizadas, acoso sexual de parte de personajes masculinos hacia las mujeres, violencia doméstica y otras situaciones que son repudiables y que, siguiendo la lógica de la censura de Lightyear, reproducen comportamientos que no es deseable transmitir a las infancias. ¿Por qué estas escenas no causaron tanta polémica como un beso?
No se trata, sin embargo, del primer beso homosexual que aparece en un dibujo animado. En muchos episodios protagonizados por Bugs Bunny, por ejemplo, el famoso conejo de Looney Tunes besa a otros hombres. Lo mismo ocurre en Tom y Jerry o algunos episodios de los Simpsons. La diferencia es que el beso es “caricaturizado”, es tomado como una picardía, un acto burlesco hacia otro personaje. A esto se le suma la reproducción de estereotipos de la homosexualidad como el color rosa o los rasgos y vestimenta feminizados. Parece que esta forma de ver un beso homosexual en términos humorísticos es mucho más tolerable que verlo en un contexto donde es una acción natural y un simple gesto de cariño como en Lightyear.
La película, lejos de provocar un escándalo y confusión en niños y niñas que la vean, puede ser un buen puntapié para una conversación acerca del respeto por la diversidad. Como adultos, es reprochable decidir que la película no es adecuada y prohibir que sea vista. En lugar de eso, acompañar en la educación sobre sexualidad y diversidad es necesario, además de crear un ambiente seguro donde los y las niñas puedan sentir la confianza para hacer preguntas, cuestionar lo que ven y lo que sienten, y que sus padres y adultos responsables puedan escuchar sus inquietudes y apoyarlos. Conversar en lugar de evadir ayudaría mucho más para comprender un mundo que es cada vez más diverso y necesita más respeto y menos discriminación.
