Soy Yvonne Amalia Scarpati Schmid, nací el 22 de julio de 1970 en La Plata. Soy Ingeniera Forestal, tengo cinco hermanos, dos están en leyes, una hermana actriz y otra en el ámbito turístico.

Cuando tenía tres años llegamos a San Luis, mi padre siempre fue muy activo en política, eran momentos complicados del país y se tuvo que volver, primero se vino él a buscar casa y después de seis meses nos mudamos al barrio Luz y Fuerza. De mi infancia tengo recuerdos del barrio donde están mis afectos.

Fui a la escuela Normal Mixta en la primaria, llegábamos caminando, allí descubrí que me gustaba realmente el campo, me crie en un campo que teníamos en La Florida donde íbamos todos los fines de semana, y también en las vacaciones, cuando no íbamos a Chile. Tengo amor por la naturaleza y el campo, más allá de las enseñanzas que he recibido desde mi familia, en la familia de mi padre han sido siempre forestadores y defensores del medio ambiente.

Mi bisabuelo fue el primer intendente del El Trapiche, mi abuela en épocas de la pandemia de tuberculosis vivía en El Trapiche y nos contaban que ponían dinamita en los cerros y después plantaban allí. La forestación está en nuestros genes. La escuela agraria estaba en el Parque de las Naciones en esa época, y tiempo después la quisieron llevar a la Colonia Agrícola, pero, como no estaba completa para la parte práctica, me fui a Quines a estudiar cuarto y quinto año, ya que mi tía era la rectora allí. Me formé en la secundaria en esta parte arboril y de campo, después decidí que me quería ir a estudiar la carrera.

Me inscribí en La Plata, en la facultad de Botánica porque no sabía que existía la carrera de Ingeniería Forestal, cuando me enteré me pasé a la facultad de Ciencias Agrarias y Forestales. Trabajé en La Plata y en Buenos Aires, mi madre era por entonces Diputada Nacional así que estuve junto a ella siendo su secretaria en la cámara durante cuatro años. Al volver a la provincia fui secretaria también de mi padre que era Ministro de Gobierno.

Mi primer trabajo como profesional fue a cargo de Espacios Verdes en lo que al principio era solo un monte y después fue la ciudad de La Punta. Tengo el orgullo de decir que me paré frente a las máquinas desmontadoras para preservar espacios verdes de monte nativo, tan importantes en el diseño y la planificación de la futura ciudad, era un piedemonte en donde no queríamos repetir lo que se venía haciendo en la construcción tradicional de los barrios.

Mis guías han sido mujeres: Alicia Lemme y Graciela Corvalán, de quienes aprendí muchísimo y me han dado la libertad de poder desarrollar proyectos armándolos y ejecutándolos. Allí comenzamos trabajando con las mujeres en forestación, un grupo de cuatrocientas personas haciendo poda y raleo para el desmonte selectivo, fueron tres años de trabajo que me marcaron en lo personal.

No hay duda de que Alberto Rodríguez Saá sembró la semilla de la forestación en nuestra provincia, ya hace mucho tiempo, sabiendo que en nuestro campo hay una costumbre de limpiar y desmontar para construir el rancho, protegiendo a los bebés, para que no se los coma el león (el puma), siendo una necesidad válida, sin dudas.

Posteriormente estuve en la organización de lo que fue y es el plan de Inclusión Social, como una especie de reconocimiento al trabajo de campo, ocupé la Presidencia de Sol Puntano. Allí conocí a Ramiro, mi compañero de vida, con quien tenemos a Joaquín y Julia, nuestros hijos. Luego nos fuimos a vivir al campo a Ser Beef donde vivimos tres años, armando el vivero forestal, al quedar embaraza de Joaquín nos vinimos a vivir a la ciudad de nuevo.

Volví a trabajar de nuevo en Inclusión Social como jefa del área Forestación, con Mirta Mobellán como Ministra. Era un gran equipo, donde también estaba Augusto Scarpati en riego, con quien trabajábamos a la par. Forestamos mucho las rutas de la provincia. Después me fui con Alicia Lemme como Directora General de Higiene Urbana y Espacios Públicos a la Municipalidad de San Luis.

Me gusta el manejo de gente y coordinar equipos de trabajo numerosos, particularmente el trabajo con mujeres. Trabajé en la organización del Carnaval de Río en San Luis en dos ediciones, en los talleres de capacitación, una muy linda etapa. Volví a Sol Puntano como vicepresidenta, posteriormente hace dos años que estoy en Medio Ambiente trabajando en la red de viveros que abastecen el plan de forestación, ahora a cargo de la Dirección Provincial de Forestación intentaré dejar esa semilla andando.

Los seres humanos hemos presionado al medio ambiente en su capacidad de carga, más de lo que se puede, para que tenga capacidad de recuperación. Es un trabajo muy apasionado, que parece una locura para el resto de las personas, para nosotros las plantas son bebés, que hay que cuidar y proteger de variados factores: las heladas, las motoguadañas, la sequía, las hormigas, los incendios, los árboles nos generan ni más ni menos que el oxígeno.