Expresiones de la Aldea, San Luis

San Cayetano

La Mississippi
Cara y Ceca, 1997

Blues & Rock

La conocí en San Cayetano, sentada muy temprano, en la vereda
Perdida entre la gente en medio de una larga procesión
Y en ese loco torbellino, borracho como un vino me dejó
Porque vi sus ojos negros y todo el mundo pronto desapareció.

¡No! San Cayetano, yo te pedí una mano y no un amor.

Exótica y hermosa pero excesivamente religiosa
Rezaba todo el día y no tenía tema de conversación,
Aguanté por unos días casi todas sus manías, pero yo,
Yo no soy lo que se dice exactamente un santo de su devoción.

¡No! San Cayetano, yo te pedí una mano y no un amor.

Aflójese la ropa y páguese otra copa, compañero,
Que mientras yo recuerdo la historia de otro amor que no duró
Una tarde de domingo que se fue a San Cayetano y no volvió
Esto fue hace mucho tiempo, pero ya cambiemos de conversación

¡No! San Cayetano, yo te pedí una mano y no un amor.


Por Polaco Altavilla

Abonado al suelo puntano en varias de sus localidades, el blusero Ricardo Tapia montó una seguidilla de shows en formato acústico, solo con guitarra, la armónica y su voz, que utilizó para cantar y también para contar historias. “El músico tiene que mostrar que a la gente la puede llevar para algunos lugares en un viaje. Cuando me preguntan por mis influencias digo que no han sido solo músicos, sino personalidades de la radio, yo soy tipo de radio, desde Héctor Larrea para abajo escuché un montón de locutores y muchos programas. Aprendí tanto de la locución como de los cantantes, porque tenés que contar aparte de cantar, lo hago de una forma que me sale así, contando historias y por eso los locutores me parecieron un viaje aparte”, explicaba Tapia del feedback entre el artista y su audiencia.

“En vivo charlo mucho con la gente y todo se transforma”.
“Volver a girar no cambió mucho, volver a la actividad es retomar la vida como es, para mí no es una ‘nueva normalidad’, para mí siempre fue una anormalidad la vida”, contó Ricardo en una de las tantas notas que dio en su ronda de entrevistas, debido a la gira que montó por bares de Merlo, Villa Mercedes y San Luis Capital, siempre bien predispuesto con la prensa. “En la pandemia no paré, estuve trabajando y en cuanto se pudo, seguí viajando solo y con la banda, no esperamos tanto tiempo”, se refirió a su situación laboral el cantante, quien cambió de localidad antes que comenzaran las restricciones por el aislamiento. “Nos fuimos al campo (en Bragado) con mi pareja, Celina, a vivir hace un par de años”.


Cada retorno de Tapia es una invitación a escuchar blues y rock, pero en la lista de temas suele incluir tangos, candombe y folclore, por ejemplo, lo que torna a sus espectáculos en momentos distintos cada noche, con referencias de influencias o anécdotas referidas a cada género.

“Hay mucha gente que vuelve a ir a los shows acústicos y es muy divertido porque en San Luis tienen la costumbre de ir a ver shows y traer a otra gente, se da mucho ahí”, elogió el vocalista de la audiencia puntana. “Es un público que está, que espera eso y que la pasa muy bien”.


Hace mucho que salgo con el instrumento porque es una versión diferente: en la que desnudás la canción ante la gente y eso es muy interesante porque la canción asume el primer rol y es tener que defenderla con pocos recursos ¡es muy lindo eso! ¿por qué? porque el público no necesariamente tiene que ser blusero, no le tiene que gustar el género, cuando cantás una canción de esa manera, la cantás para todos, entonces solamente es la canción y no es otra cosa”, expresó Tapia, que se ha presentado en la provincia con La Mississippi, solo y acompañado como dúo y hasta en trío (en la López Tapia, Ricardo toca la guitarra y canta, su hijo Iván Tapia está en cajón y Federico López toca armónica). 


Por supuesto que en la lista de temas no faltó San Cayetano, según difundieron en las redes sociales del grupo, había videos y posteos contando que es una de las canciones que más tocaron en vivo. El tema pertenece a uno de los álbumes clásicos de La Mississippi, Cara y Seca, que cumplió 25 años en julio de 2022, y fue en el que el grupo amplió sus influencias al incursionar en ritmos latinos y litoraleños con un poco de jazz, y se convirtió en una de las grandes bandas de rock argentino. “Lo mejor de las canciones es cuando la gente las hace propias, las toma y le da su forma y le quedan recuerdos propios, nos dicen ‘me acuerdo de esta canción’, ‘la escuché cuando se casó mi hermano’, o viajando, ‘estaba yendo a España y escuchaba tu disco en el avión’, y esas cosas, ¿no? cuando la gente tiene recuerdos con tu canción o tiene un momento de lo que le genera, eso pasa con la música popular y es impagable: porque cuando pasa eso ya no es tuya y es parte de todos”.


“Compongo mucho con el instrumento pero toco cuando lo siento: lo toco cuando lo tengo que tocar”, precisó Tapia, que es docente de música y de guitarra, que toca el bajo, la batería y “le hago a la flauta traversa, tenía un grupo al estilo Jethro Tull”, contó. Con La Mississippi editó 11 álbumes de estudio y 3 en directo; y fue productor de Pappo, Claudio Gabis, Luis Robinson, Alejandro Medina, Memphis la Blusera, Lidia Borda, Ricardo Iorio, Pity Álvarez, Luceros el Ojo Daltónico, Bar 12 Blues, Lavaque Blues Band, entre otros. “Con los años uno va aprendiendo, al producir discos es muy importante aprender a tocar. Eso lo aprendés con el tiempo y te lleva a entender la producción y sus detalles, cuando estás grabando un disco le haces un diagnóstico a todo lo que sucede”.