Reportajes

Guillermo Raúl Armando Lucero, 28-08-2022

Soy Guillermo Raúl Armando Lucero, nací el 14 de noviembre de 1982 en San Luis capital. Vivimos en la zona céntrica hasta que mis padres compraron un terreno en El Chorrillo, Juana Koslay, y desde entonces viví ahí hasta que me casé, luego me separé y me fui a vivir al barrio Cerros Colorados.

Hice el jardín en la Escuela Lucio Lucero, después San Agustín, escuela Juan Martín de Pueyrredón y Manuel Belgrano; el secundario lo finalicé en la escuela Técnica Roberto Moyano. Hice dos años de Profesorado de Educación Física, y luego ingresé a la escuela de policía por mi abuelo paterno que fue policía y siempre sentí mucho cariño y una admiración muy grande hacia él.

Mi papá no quería que ingresara en la policía porque sufrió mucho la ausencia de su padre y no quería que lo repitiera con mis hijos. Mi padre trabajó mucho tiempo en una fábrica, es técnico y arregla máquinas textiles. En el año 2001 ingresé a la escuela de policía, egresé en diciembre de 2004 con la Tecnicatura en Seguridad Pública, se incorporan a la policía apenas egresé.

Mi primer destino fue en la Comisaría 5ta, pero como no quería  trabajar en el mismo lugar donde vivía cambié el destino por la comisaría 3ra con un compañero, allí estuve hasta 2008 y luego pasé al lugar donde estoy trabajando actualmente, en el “DG9”, que se dedica a la custodia del gobernador de la provincia.

Actualmente soy Comisario General en la función de Director, como segundo jefe de la dirección. Hice el curso de custodia con la policía federal que se dictó en Mendoza.

Hice el curso especializado en protección de mandatarios. Para ingresar hay que rendir un examen físico, de aprobar, recién se puede continuar con el curso, que incluye formaciones de traslado, manejo de armas, destreza vehicular, e inteligencia, son diez días de duración realmente intensos, con un trabajo final.

También desde la dirección hemos generado cursos y hemos asistido en calidad de cursantes, aprovechando el conocimiento de la Compañía de Operaciones de Alto Riesgo, una dirección dedicada al manejo de armas y capacitación en el combate cuerpo a cuerpo.

En mi infancia comencé haciendo atletismo, ya que mi padre lo practicaba, luego me incliné por el fútbol en las inferiores del club El Chorrillo de Juana Koslay. Después me dediqué a la danza en una academia de Juana Koslay y también bailé un tiempo en el ballet de la provincia, dirigido por Carmen Sosa.

En relación al deporte, siempre estuve relacionado con las pesas y en el año 2018 empecé a incursionar en el Crossfit, en Toribio Mendoza donde conocí a Julián Suarez “El Vikingo”. Un accidente laboral me fracturó el escafoides, que me limitaba los movimientos de la muñeca, Julián adaptó el trabajo para mis condiciones, sugiriéndome realizar Power Lifting.

Hace un año y medio que lo práctico, mi primer torneo fue en marzo de este año donde obtuve mi primer premio, y clasifiqué al Nacional en Bahía Blanca en noviembre.

Un nuevo torneo en San Juan me sumó más experiencia y obtuve un segundo puesto. Somos un grupo muy sano de chicos, hombres y mujeres de diferentes edades, que nos reunimos a comer incluso, la pasamos muy bien más allá de los entrenamientos, nos reunimos en el garaje de Julián, lo llamamos “La Cueva del Vikingo”, de donde salieron ocho clasificados al torneo Nacional.

Compito en la categoría open, hasta ochenta y tres kilos; tengo treinta y nueve años, y el próximo pasaré a la categoría “master”.

Este deporte me cambió la vida, me cuido en las comidas, no tomo  alcohol, reduzco las harinas, me siento mucho mejor, física y emocionalmente.

Mi sueño a nivel deportivo es tratar de hacer podio en el torneo Nacional, mi sueño más grande es ver a mis hijos crecer y que no se vayan del país, porque todo el mundo se está yendo.

Cualquier deporte o actividad física es salud, no solo física, sino también psíquica, este es un deporte súper longevo, no hay edad, solo se necesita decisión y ganas.