Expresiones de la Aldea, San Luis

DESARMADA

Diana Urteaga Rodríguez (*)

Hay días que no son buenos, el agua corre intentando llenar el balde, y yo solo me digo que es un instante, que mis padres duelen, pero tengo edad para que ya no me duelan y el agua corre intentando llenar el balde.

Alguien sufre mi pesar, entonces tengo prohibido sufrir, mis gatos miran preocupados ¿O cansados? Sonrío al espejo, a la sombra del espejo, a la muerte en el espejo. Enciendo la luz como bandera blanca, ¿cuánto dura una pena? A mí me dura hasta que los tallarines verdes con champiñones queden fríos, muy fríos, y mis ojos hinchados, enlatados, a decir verdad, sumergidos en un cubo de hielo. Es otoño, ¡flores bailando con el viento! y yo sentada en la escalera gris con dibujos a crayones hechos hace 20 años.

Leo a Pearl S. Buck y descubro una China lejana. Quiero responder tu mensaje, pero quiero tener la certeza de que tú responderás el mío. Vuelvo a anotar en mi agenda que debo practicar el desapego.

Tengo una cortina nueva, me enteré que, aunque tú no puedas ver, te pueden ver. Debo irme, (no) tengo visita.

(*) Este texto de la autora de Lima, Perú, obtuvo el segundo premio, y conforma parte del libro: Antología Prosa Poética Homenaje a Raquel Weinstock.  Su versión digital está disponible en: