Reportajes

Santiago Turri,16-10-2022

Mi nombre es Santiago Turri, tengo 34 años, nací en Villa Mercedes, donde actualmente resido. Mi padre Mario Turri y mi madre Susana Álvarez, tengo un hermano que se llama Agustín. Estoy en pareja con Claudia, mi esposa, tenemos una hija de 3 añitos, se llama Alfonsina.

De mi niñez tengo muy presente el barrio militar donde fueron mis primeros contactos con amigos, la escuela primaria, la colonia de vacaciones, ya entrado en mi adolescencia tengo muchos recuerdos del club Alberdi.

En Río Cuarto, cursando tercer año del profesorado de Educación Física, un entrenador y ex jugador de básquet muy prestigioso a nivel nacional, Fabián López, me invitó a participar de su escuelita formativa de básquet, después de 3 años Fabián vuelve a dirigir a Banda Norte, año 2009, y me propone trabajar con él y hacer en paralelo lo de la escuelita. Luego conocí a Adrián Ávila, un entrenador muy prestigioso en Córdoba: haber trabajado con él fue un cambio de chip total, me enseñó otras cosas sumamente importantes de lo que es el básquet.

Luego me llamó Gustavo Miravet , quien era uno de los entrenadores jóvenes del momento, para irme a trabajar al sur, a la segunda categoría del básquet a nivel nacional como asistente, al equipo de Huracán de Trelew, donde justo trabajaba un amigo y también mercedino, Gustavo Maranguelo. Eso fue como un combo, me metí de lleno en lo que era el profesionalismo, tuvimos una temporada muy buena, de cosas productivas, haber sido entrenador asistente de Miravet me hizo tomar como cierto prestigio y conocer a otros entrenadores como Rivero que es uno de los mejores del país, a partir de ahí considero que he tenido la suerte de estar en el momento indicado y justo.

En el año 2014, en Huracán de Trelew comencé a incursionar de lleno, y ya estando metido en el ambiente del básquet, empiezo a ser representado por un agente. Me lleva el entrenador Fernando Tulo Rivero que venía de ser campeón Peñarol, inicia un proyecto en Mercedes, Corrientes, un pueblo pequeño, armamos el plantel y toda las formativas de divisiones inferiores, iniciamos un camino paralelo entre el básquet formativo y el profesional, logramos algo histórico que fue el ascenso a la liga nacional en 2016. Eso me abrió las puertas y la cabeza para otras cosas, me fui a trabajar fuera del país a la liga nacional de México con Juan José Pidal, una experiencia muy buena y hermosa, al igual que cuando estuve en Chile con el entrenador de la selección nacional Cristian Santander, volví a repetir México, esta vez una experiencia nueva ya que trabajamos en pandemia con todo lo que eso significa, luego volví a trabajar a la Argentina y ahora hace aproximadamente un año y medio que estoy trabajando en Colombia.

Tuve la suerte de ir a muy buenos equipos, de salir campeón, conocer entrenadores buenos, jugadores de talla mundial que han jugado juegos olímpicos, los últimos mundiales. Estoy por cumplir 11 años de profesión, donde me estoy desenvolviendo en el básquet profesional. En Mercedes, Corrientes, logramos el campeonato del ascenso, en Colombia, en Titanes, salimos campeones invictos, en mi caso logré cuatro campeonatos.

Una cosa que me cambió para siempre fue el nacimiento de mi hija, a partir de ahí todo cambió para mí, más que nada cambia la perspectiva que tiene uno de la vida.

Me defino como un tipo común, un chico de barrio, sencillo, un apasionado de lo que hace.

Siempre me gustó Callejeros, Patricio Fontaner, Los Redondos, Patricio Rey, también me adapto a otros géneros. He leído muchas cosas ligadas al deporte: biografías, legados, libros de Manu Ginóbili, Bielsa, Guardiola, entre otros tantos grandes.

Mi tiempo libre lo disfruto en familia, con mi señora y mi hija, tratamos de viajar, vacaciones de verano o de invierno, también busco algún momento para compartir con amigos.

Aprendí de mi padre el tratar de ser una buena persona, más allá del trabajo, del profesionalismo, del cumplimiento: antes que nada ser buena gente.

La amistad es muy importante en mi vida, creo mucho en la amistad, a mis amigos los veo poco, pero siempre están y siempre estoy para ellos.

La relación que he tenido con San Luis siempre ha sido buena y constante, con Villa Mercedes más que nada, lugar donde tengo mi familia, donde nací, en cuanto a lo deportivo siempre que me invitan a colaborar en algo o surgen algunas propuestas laborales para hacer, tengo buena predisposición, siempre que me han invitado he tratado de estar. Hoy me encuentro que compañeros míos de equipo están siendo dirigentes deportivos, otros entrenadores, otros haciendo sus pasos en el profesionalismo, y eso me pone feliz.