Por Alejandra Etcheverry

Llevo estos ángeles durmiendo en los bolsillos,
Ángeles de sol que se sueltan en palabras
y prenden en la luz de las estrellas,
el aire que sostienen las miradas.

Ángeles que durmientes se cubren con mis ropas,
acostados detrás de los espejos,
se sumergen en el vino de las copas
y susurran en la luna sus reflejos.

Algunos de ellos me miran con tristeza
y consuelan mi corazón desesperado.
Mansos sabían contemplarte en tu belleza
que hoy es olvido, con tu ausencia aquí a mi lado.

Ellos me dicen que ese tiempo no regresa,
mientras los oigo volar en mi cabeza.