Mi nombre es Carlos Javier Díaz, tengo 43 años, soy nacido en la ciudad de Villa Mercedes, resido en esta ciudad, en el barrio El Criollo, que es donde tenemos nuestro comercio. Mi padre se llama Juan Carlos Díaz, oriundo de esta ciudad, de profesión trabajador de la salud, trabajó en el policlínico como chofer de ambulancias, mi madre se llama Eva María Agüero, ella también oriunda de esta ciudad y siempre fue ama de casa. Tengo dos hermanos, yo soy el menor. Se llaman: Walter Diaz el mayor y mi hermana Gabriela Inés Díaz. Estoy casado con mi compañera de vida, Claudia Rosalía Rodríguez, tenemos tres hijas: Carla Rafaela, Julieta Ayelina y Julieta.

Tengo recuerdos muy lindos de mi infancia, yo me crie en el barrio El Criollo, un barrio muy humilde, a unas pocas cuadras de donde vivo actualmente, allá en la casa de mis padres, tuve una niñez muy linda, recuerdo de jugar al fútbol, a las bolitas, al barrilete, a la pía, a la escondida, todos juegos de aquella época tan linda, donde nos divertíamos de esa manera tan sana y libre, me emociono al recordar.

Era empleado de en una ferretería, de ahí todo mi conocimiento sobre el tema, en ese trabajo aprendí de todo como para después desenvolverme solo. Al principio con mi señora pusimos un local con venta de líquidos de limpieza sueltos, nos iba bien, pero después salió la oportunidad de viajar a otra provincia a comprar material de regalería, y fue así que con todos los sueños en nuestra mochila abrimos un local de regalería, local al que con el tiempo le fuimos anexando el rubro de ferretería, nos hicimos bien de abajo y eso es lo más valorable a la hora de mirar hacia atrás.

Hoy contamos con un negocio bastante amplio, con el tiempo anexamos ferretería y corralón, vendemos todo tipo de materiales para la construcción y demás, somos pioneros en el rubro en lo que respecta en nuestro barrio, por eso gracias a Dios contamos con un número importante de clientes, y además muchos de ellos son vecinos de toda la vida.

Un momento que cambió mi vida fue el nacimiento de mis hijas, es cierto que los hijos te cambian la manera de mirar la vida, la forma de pensar, de proyectar, son la motivación para vivir pura y exclusivamente para ellos. Sin dudas eso fue un antes y un después en mi vida.

Lo mejor sería que alguien más opinara sobre uno mismo, pero si tuviese que dar una definición sobre mí, diría que soy una persona respetuosa, soy humilde, sé valorar lo que tengo, siempre trabajando arduamente sin perjudicar a nadie. Soy feliz con la familia, con lo que Dios me dio en la vida.

Me emocionan los logros de mis hijas, son pequeñas cosas que te llenan el alma y realmente te emocionan, a veces hasta las lágrimas, porque mi vida gira alrededor de ellas. Ser comerciante es desgastante, se le dedica mucho tiempo a esta actividad, pero si uno no lo hace con pasión y profesionalismo, sería muy difícil poder continuar. Me molesta y me enoja la falsedad y la mentira de las personas, las injusticias de toda índole.

En nuestro local la radio está encendida todo el tiempo, sintonizamos la emisora del gran Hugo Dutto, que siempre nos acompaña con su programación. Antes me gustaba mucho gusta leer, ahora por una cuestión de tiempo he perdido ese hábito, espero recuperarlo pronto.

En vacaciones nos gusta tomarnos aunque sea una semana para estar todos juntos, tiempo de calidad… Es que somos muy familieros. Y durante el año, juntas con amigos. Así disfrutamos de nuestro tiempo libre.

Lo que me marcó de mis padres fue el respeto, que vaya donde vaya lo haga con respeto hacia los demás, y transmitir esos valores hacia nuestras hijas es lo más hermoso, porque se va pasando de generación en generación, eso me queda y me marcó mucho de mis padres.

La amistad ocupa un lugar muy importante en la vida, soy de tener amigos, pocos pero buenos, conocidos hay muchos, diría que de sobra, pero amigos, realmente amigos, pocos pero buenos. La palabra amistad tiene un valor importantísimo.

Amo a mi provincia, amo a mi ciudad Villa Mercedes al igual que amo a mi país, y es claro que nuestra Argentina no está pasando por un buen momento, por eso se valora mucho más los esfuerzos que se hacen desde San Luis para que la provincia siga creciendo de la manera que crece día a día.

Hay que quedarse y luchar, la solución no es irse del país, aunque entiendo a aquellos que lo hacen. Somos un país tan rico… tenemos una provincia que tiene mucho para dar.