Reportajes

Natalí Suárez Pardo-27-11-2022

Soy Natalí Suárez Pardo, nací el 23 de diciembre de 1982 en Mendoza, allí estaban mis padres por cuestiones de trabajo, nos vinimos a la provincia cuando yo tenía cuatro años. Vivimos un tiempo en la casa de mis abuelos, por calle Blas Parera, entre 9 de Julio y 25 de Mayo; al tiempo nos dieron la casa en el Barrio AMPPyA, donde ellos viven hasta la actualidad.

Practiqué karate y vóley, que aún sigo practicando. Por cuestiones laborales me fui a Iguazú, a trabajar en uno de los mejores restaurantes de la Triple Frontera, al restaurante Aqva, que últimamente fue muy nombrado porque allí estuvo Messi y su familia. Comencé en la cocina de muy chica, ya que mis viejos tenían una empresa de eventos y catering, me la pasaba entre los fogoneros cuando tenía doce o trece años, tenían concesiones en diferentes lugares, y en su momento fueron proveedores de comidas de una cadena de supermercado muy importante de la provincia, allí andaba siempre metida.

En 2005 me fui a estudiar a Mendoza porque acá todavía no estaba la carrera de gastronomía, trajeron Hotelería y Turismo a la católica, estaba relacionado pero no era lo que quería. En 2007 me recibí y en 2009 hice una especialización en pastelería. Lo bueno de la cocina es que uno se puede especializar, por ejemplo en pastelería, la ejercí en el Calafate, lo estudié porque si quiero manejar una cocina tengo que saber todo, no puedo decir que está mal un flan si no sé hacerlo.

En San Luis hice la apertura de un restaurante, antes de irme a Calafate, y estuve haciendo dos programas de TV, uno que se llamaba “Mucho Gusto” en el Gourmet y después de volver de Iguazú, otro programa en la TV local que recorría toda la provincia, más relajado, llamado “Cocina Rodante”. Conocí lugares que ni siquiera sabía que existían, lo que me llevó a pensar que estamos mal acostumbrados a viajar fuera del país, teniendo aquí lugares hermosos.

En Viña del Mar trabajé como Chef Ejecutiva de dos restaurantes, y en San Pedro de Atacama, hice también un paso muy corto por Perú, luego en la costa de Olón en Ecuador, después regresé a San Luis por la salud de mi padre, posteriormente me fui a Calafate, a un hotel cinco estrellas. En Brasil estuve viviendo un año intenso, justo antes de la pandemia, volví y comencé con un emprendimiento que se llama Cilantro, Comida Saludable, saliendo un poco de las estructuras clásicas.

Me avisó mi hermana de una convocatoria al concurso “Campeonato Federal del Asado”, terminé inscribiéndome la noche anterior al cierre. Me llamaron al tiempo, me hicieron un par de preguntas y después quedé seleccionada, en esta edición eligieron solo un representante por provincia. Consulté si podía llevar jarilla, el referente me dijo que no sabía que era la jarilla, se lo conté y gracias a Dios modificaron el reglamento para llevar condimentos autóctonos. El evento fue una locura, en un marco de quinientas mil personas, un día de competencia completo, veinticuatro jurados, y una hora para preparar el plato. Una semana antes nos habían pedido los puntos de cocción, nos ponían un cartel al lado donde se especificaban los puntos de cocción.

El jurado chequeaba si era correcto lo que habías dicho de antemano. Quedaban seleccionados dos por ronda, los que quedaban eran los que competían al final con otros tipos de cortes, había un fogonero y se podía elegir utilizar leña o carbón, yo utilicé la mezcla, por una cuestión del ahumado de la leña, pero necesitaba que no perdiera el calor que da el carbón al ser tan corto el tiempo. Preparé una salmuera con jarilla para pasarle a la costilla, hasta el jurado se reía, pensaban que estaba haciendo un gualicho (se ríe) También hice unas papas al rescoldo, y de cuarto plato serví el sándwich vegetariano que tenía todo el sabor y la mayor parte de verduras puestas.

Un tip es ir midiendo con la mano la temperatura sobre la parrilla, aguantando diez o doce segundos, si la carne está tibia, está lista para darle vuelta. Estuve en la Feria Internacional de Turismo, cocinando en las Salinas del Bebedero para el Consejo Federal del Turismo, dando master class en la UPRO, charlas en la ULP, en “CocinARTE” que se realizó en el Centro de Convenciones de La Punta, estuvo bastante movido.

Mi papá falleció hace un tiempo, él fue el precursor de todo esto. Mis sueños ya se han cumplido en su gran mayoría, pero siempre van apareciendo nuevos objetivos, ahora apuesto fuerte a lo que es buscar la identidad gastronómica de la provincia, ese es un gran desafío que tenemos para trabajar, se vienen muchos proyectos, que próximamente los estaré definiendo.