Un Día a la Vez
Fabricio Rodríguez
Un Día a la Vez, 2016
Letra y Música: Fabricio Rodríguez
Muéstrame a través de tus ojos Eso que nadie más puede ver Y haz que mi destino sea puro y limpio Venceré mis miedos y viviré un día a la vez Muéstrame a través de tus labios La verdad que nunca supe ver Y haz que el corazón se mantenga fuerte Quitaré mis dudas y viviré… un día a la vez Dame algo que no pueda robarte y con el alma lo defenderé Y haz que mi voz no se quiebre al pensarte Brillarás por siempre y viviré Un día a la vez Y si el dolor vuelve gris tus días Si el sueño es distante o no sabés cuál es Aleja las sombras y sonríele a la vida Seca tus lágrimas y aprende a vivir… un día a la vez Dame algo que no pueda robarte y con el alma lo defenderé Y haz que mi voz no se quiebre al pensarte Brillarás por siempre porque viviré un día a la vez
Por Polaco Altavilla
“La armónica me abrió muchísimas puertas”, sintetizó el armoniquista Fabricio Rodríguez. “Trato que sea un instrumento que tenga su protagonismo en el concierto pero que no sea uno muy cansador. Fue un proceso de imponerlo que por momentos fue un poco difícil pero que la gente aceptó porque es muy novedoso escuchar un tango y en el mismo concierto escuchar ‘Camino a San Francisco’, que son dos polos opuestos, y esa variedad de estilos interpretados por la armónica hace que la gente pare la oreja y le llame la atención”.
Consciente que los tiempos cambiaron, él dice ‘que no sea cansador’ pero cada asistente a un recital o festivales elige conociendo la grilla, lo que demuestra que la gente está predispuesta a escuchar más que antes. “Absolutamente, estoy de acuerdo porque quizás la palabra en la interpretación del instrumento en que ‘se torne cansador’ quise decir que trato que la armónica aparezca en momentos del concierto para sorprender y, hablando mal y pronto, para que sea ‘una patada en la frente’ -jeje- Hay algunas que tenemos en el repertorio interpretadas por la armónica que son muy contundentes desde el arreglo y su propuesta, y apostamos a ese sonido en esas canciones pero mi desafío como armoniquista, que la gente me conoce de esa manera, una de las que más canto y le llegó a la gente es ‘Un Día A La Vez’, que compuse y no tiene armónica, casualmente. Me da una gran satisfacción correr también ese riesgo, ¿no? despegarme un poco del instrumento que tantas satisfacciones me da y mostrar que tengo otra cara, que es la del compositor y transmitirles algo a través de la letra”.
“Es un equilibrio muy importante que busco como artista, y se logró de a poco y hoy lo estoy disfrutando mucho, a tal punto que fuimos a tocar a la Antártida y la canción que eligieron en la Base Marambio para musicalizar todo lo vivido en la Dotación Nº50 fue ‘Un Día A La Vez’. Son esas cosas que marcan un crecimiento en el proceso que no es únicamente a través de la música instrumental, sino que les llega la otra parte, la de la composición propia y eso para mí es muy importante”, recordó el artista.
En 2019, el armoniquista y cantante cordobés realizó un concierto en la Base Marambio de la Antártida, celebrando los 50 años de su fundación. El 29 de octubre de 1969 se fundó la base en el continente blanco, cuando un avión Fokker F-27 aterrizó por primera vez en la historia.
Ese día que anevizaron, la bandera flameó en el pabellón nacional, se labró un acta, se la leyó por radio a la Cancillería y se rebautizó la isla: dejó de ser Seymour para portar el nombre de uno de los pioneros en la exploración antártica, el comodoro Gustavo Argentino Marambio -comandante del primer sobrevuelo en el Sector Antártico Argentino realizado el 1 de diciembre de 1951- y esos 21 hombres fueron la Dotación 0 de la isla Marambio.
“Desde mis comienzos he ido a tocar a Merlo”, comentó Fabricio, quien ofreció su primera participación en la 47º edición del Festival Nacional Valle del Sol, donde compartió grilla con Abel Pintos, Yamila Cafrune y Demi Carabajal, y más de 40 solistas, bandas y ballets, en el escenario Antonio Esteban Agüero, del Balneario Municipal de la Villa de Merlo. “Fueron horas y horas de tocar en Montana Bar y otros festivales cercanos, pero nunca tuve la posibilidad de ir a éste”.
“Fue difícil comenzar con la armónica, pero cuando cumplí 20 años de carrera, desde los 10 primeros estuve muy vinculado a un estilo, y los últimos 10 me animé a meterme en la música popular, de la que siempre fui consumidor en su totalidad. Escuchaba tanto folclore como blues, country, pop, rock, clásica, y todos esos diferentes géneros me llevaron a estudiar con el instrumento, en agarrar una partitura de música clásica y sacar la melodía, o cuando tocaba con Miguel ‘Botafogo’ Vilanova, que era mucho blues. La armónica en la música popular ganó un espacio importante. Le di un equilibrio a mi propuesta, que juegue un papel protagónico, pero tener la posibilidad de cantar mis canciones, que quizás es la parte más difícil de un artista: imponer su obra. Sobre todo, cuando se toca en festivales, en los que hay un público muy mezclado, que van a ver a determinado artista o a pasarla bien y no a ver a un cantante específicamente, y uno tiene que buscar ese equilibrio”.
@fabriciorod