La Aldea Antigua, San Luis, Tertulias de la Aldea

Metida de pata

Por Sebastián Reynoso

En el año 1946, Ricardo Zavala Ortiz asumió como el nuevo gobernador de la provincia. Conocido por su enfoque en inaugurar obras, era considerado un verdadero progresista. Uno de los proyectos que estaba a punto de completarse era la construcción del nuevo salón de fiestas del Club Pacífico. La obra fue financiada en parte por el gobierno provincial y en parte por las cuotas sociales del club y las donaciones de la comunidad.

Los preparativos para la inauguración estaban en marcha, y había gran entusiasmo entre los dirigentes del club, deportistas, hinchas y vecinos del barrio estación. Se organizaron actos protocolares para la ceremonia de inauguración, que contaría con la presencia del gobernador, el presidente del club y el intendente de la ciudad.

Uno de los hinchas más famosos del club era “el corchito” Domínguez, un personaje muy querido por los vecinos del barrio. A pesar de su gran ignorancia, era torpe y sin ningún talento para las veladas de gala. Sus metidas de patas eran muy comunes y dejaban descolocado a propios y extraños.

En la ceremonia de inauguración, que tuvo lugar el 14 de abril de 1948, todo transcurrió con normalidad. Después del corte de la cinta, “el corchito” Domínguez tomó el micrófono para dar las gracias a los presentes, incluyendo al gobernador, al intendente, al presidente del club y a los vecinos e hinchas presentes.

Aunque su discurso fue medianamente bien dirigido, el temor de los presentes se hizo realidad cuando vieron a “corchito” parado en la puerta del salón durante la cena de gala. La mesa principal contaba con una vajilla de gran valor, y todos estaban preocupados por la presencia del corchito.

Mientras el gobernador observaba con interés la vajilla y los cubiertos de plata, el corchito Domínguez captó su atención. El gobernador levantó uno de los cubiertos y lo examinó con asombro, encontrando la mirada del corchito en ese momento. Entonces, el gobernador preguntó: “¿estos cubiertos son de plata real?”, a lo que el “corchito” Domínguez, abriendo bien los ojos y con una sonrisa pícara, respondió: “no, son prestados, señor gobernador”.

Ricardo Zavala Ortiz