Expresiones de la Aldea, San Luis

Laberinto mío

Ivana Eugenia Matilde Cabrera (*)

No es uno.
Son tantos que ya no sé
qué nombre ponerle a cada cual.
Tal vez el que asoma por mis oídos
fuera el más verosímil.
Pero el que muestran mis ojos
duele un tanto atroz.
Si camino por el de la espalda
seguro encuentro
huellas de aquel pasado
que es mejor no recordar.
Saboreo la arena áspera
del despertar en las dunas,
tratando de ser quien esconde
la soledad perpetua.
Caben millones de tiempos
en esta burbuja dormida.
Despertará, como siempre, al otro lado
del horizonte que susurra
que hay más amaneceres disponibles.
No le temo al laberinto rizoma,
porque mis tiempos y los suyos
son aleatorios.
Entre las calles enmarañadas
viajan mis sueños más deslumbrantes.
Tiene colores difusos,
entremezclados con grises.
Transitan en una barcaza endeble
la esperanza amarrada
a la alegría.
Pintura “El Laberinto”, de Eleonora Carrington, 1991.

(*) Casi la integridad de mi tiempo transcurre en la seducción por la escritura (por la lectura). Con algunas intermitencias, nadie puede resistirse a regresar al taller Silenciosos Incurables, de Viviana.