Expresiones de la Aldea, San Luis

“Justo antes de la Noche”

A sala llena, “Le Maquinal” estrenó nueva obra. Desde el caos creativo junto a nueve artistas, la directora Marcela Aravena construyó cuatro historias que habitan limbos y ecos de genialidad

Matías Gómez

La cuarta obra de “Le Maquinal” subió a escena el viernes pasado, a las 21:30, en el auditorio “Mauricio López” de la Universidad Nacional de San Luis. El espectáculo contó con las actuaciones de Axel Machado, Constanza Papini, Elina Gómez Martín, Eugenia Paone, Juan Giambenedetti, Marcelo Di Gennaro, Melisa Arcuri, Meli Furlong y Pedro Fiorotto. La dramaturga Marcela Aravena fue la encargada de mover los hilos en cuatro historias, donde la oscuridad emerge con intensidad en personajes memorables.

“Nos sentimos muy contentos y sorprendidos por la cantidad de espectadores. Fue una muy linda función y la vivimos con la adrenalina del estreno”, compartió la actriz Melisa Arcuri.

“Estamos muy emocionados porque ha sido un proceso muy largo, pero cuando uno al final puede ver los frutos se siente agradecido, no sólo por la reacción del público, sino también con lo que vivimos como grupo, porque este proyecto nos ha fortificado mucho más y hemos adquirido una enseñanza formidable”, aseguró el reconocido actor, director y gestor cultural, Marcelo Di Gennaro.

Oscuridades fragmentadas pero conectadas entre sí

“Fue un proceso muy interesante para todos porque surgió a partir de improvisaciones con textos que proponía Marcela, y se fueron dando diferentes escenas e imágenes”, recordó Melisa.

“Desde el principio nos llamaron la atención los conflictos que aparecían y cómo cada uno de ellos nos llevaban a pensar en la muerte, porque cada escena en algún momento toca esa arista, aún en la periferia”, agregó Marcelo.

“Aunque las cuatro historias giran en torno a la muerte, cuando preparábamos la obra no fue esa la premisa al inicio, y supongo que eso un poco tiene que ver con lo que vivimos durante la pandemia”, señaló Melisa.

Soledad creativa para habitar las intersecciones

La pieza teatral aborda situaciones complejas como los estereotipos, la enfermedad y el suicidio, donde los personajes, van en busca de la lucidez en pleno dolor, a fuerza de intensidades o resistencias emotivas y, por momentos, se apoyan en soliloquios, atravesados también por poemas de Silvia Plath o Pizarnik.

“Pienso que hay que amigarse con la soledad, es parte del ser humano y tenemos que aprender a habitarla”, reflexionó Melisa.

“A pesar de que duele, es en la soledad donde podemos ir hacia adentro y poder bucear, encontrar en nosotros mismos reflexiones que nos ayudarán para vivir mejor. Es en la soledad donde el artista también tiene su momento de creatividad”, opinó el actor.

Caos creativo

“Hicimos un proceso que se llama dramaturgia del actor donde entre todos, con los ensayos, fuimos elaborando el texto desde marzo del año pasado. Ellos improvisaban y yo hacía acopio de ese caos creativo para después ordenarlo y darle forma a la obra. Me interesa transmitir la noche como dosis en nuestro interior, en cada ser humano, porque todos tenemos esa faceta que nos oscurece”, detalló la directora Marcela Aravena.

El drama consigue con maestría reflejar la dialéctica del amo y del esclavo en varias escenas. “Me interesó mostrar qué siente una enfermera domiciliaria con su paciente y quién se hace cargo de sus dosis más oscuras o qué siente un matrimonio cuando uno de los integrantes padece una adicción”, describió.

Pedro Fiorotto experimentó los nervios del debut por doble vía, ya que también fue la primera vez que se presentó con este elenco. Le tocó interpretar una relación entre hermanos con las tensiones de Caín y Abel, aunque adaptadas a los ideales de la codicia contemporánea. “Para construir los personajes pasamos por varias etapas, primero construyendo el vínculo con mi compañero, y luego encontrando las facetas que más punzan en el personaje”, explicó.

“Nos damos algunos coscorrones entre los hermanos, pero está todo muy cuidado, hay mucha confianza corporal entre nosotros. Mi personaje es un tipo medio garca porque quiere a su familia, pero también quiere hacer guita con lo que sea, está en esa disyuntiva”, contó Pedro que incursiona en el teatro desde hace veinte años.

“Estoy muy contento porque siento que con la obra vamos a fondo con los personajes, al límite, porque cuando uno quiere generar situaciones extremas en el teatro hay que embarrarse, no queda otra”, consideró emocionado el actor que, justo antes de la medianoche, sintió la calidez del público puntano en un aplauso inolvidable.