La Aldea Antigua, La Aldea y el Mundo, San Luis

Los perros, los gatos, los monos y las fieras

Colecciones de animales muy dispares viajaban juntos en circos ambulantes. Monos, perros  Como perros y gatos ya no es la cuestión: ahora son los elefantes y los perros los que, según La Opinión de 1923, hacen la pareja perfecta en los espectáculos de la época

La Opinión, agosto de 1923

Si no fuera por los perros, por los gatos, por los monos y por las cabras, sería muchas veces extremadamente difícil mantener tranquilas a las fieras de las colecciones zoológicas ambulantes.

Puede observarse que generalmente, donde hay elefantes, hay un perro, ya sea mastín o terrier.

Es que los elefantes confían en el perro para guardarlos cuando están encadenados y que por lo tanto no pueden defenderse.

Han visto por experiencia que, cuando gente extraña se acerca, los perros gruñen y la alejan.

En las caballerizas de los circos suele haber un gato acostumbrado a saltar al lomo de cualquier caballo que empiece a mostrarse coqueto, esto tranquiliza al caballo más nervioso.

La costumbre de tener una cabra en las cuadras es porque generalmente los caballos la seguirán tranquilamente y sin asustarse en caso de incendio.

Obsérvese que, por regla común, en las colecciones abundantes colocan la jaula de los monos en frente de los leones.

La razón es que estas fieras parecen reconocer la superior inteligencia del mono y confían en que mientras el mono esté allí tranquilo no debe haber peligro alguno cerca.