El frío tiene sus ventajas
Hace 100 años, ¿cómo se evitaba la constipación? Las bajas temperaturas son buenas para evitar enfermedades y complicaciones de salud. Un explorador ártico y sus compañeros lo experimentaron al volver a sus cálidas casas. La ropa, el frío y el calor, grandes influyentes a la hora de evitar problemas.
La Opinión, agosto de 1923
Muchas personas creen que el constipado es una afección que producen las bajas temperaturas en tiempo frío.
Sin embargo, no hay nada más falso, porque los constipados son menos comunes en las comarcas frías que en las zonas templadas.
Nansen, en el explorador ártico, estuvo doce años entre los hielos del Polo, con una temperatura que helaba el mercurio del termómetro y no experimentó el menor constipado. Pero, una semana después de llegar a los países civilizados, varios compañeros suyos se constiparon.
Para evitar esta enfermedad conviene no vivir ni trabajar en sitios oscuros y húmedos, donde la luz del sol no pueda penetrar o si penetra lo haga en tal pequeña cantidad, de manera que ese gran exterminador de gérmenes no tenga suficiente fuerza para ejecutar su cometido.
No deben cambiarse de pronto las ropas ligeras por las pesadas. La costumbre que tienen muchas personas de cambiarse en un día determinado la ropa del invierno por la de verano es muy nociva para la salud.
No conviene llevar ropas pesadas en el extremo del invierno, porque esto produce irritación en la epidermis y además porque ni el espesor de la tela ni su peso son protectores contra el frío, sino que son más calientes cuando más tupidas, aunque sean delgadas.
El aire no es buen conductor del calor y sólo así ayuda a retener el que tenemos.
Los individuos que son muy sensibles al frío deberán llevar una o dos elásticas de buena lana encima de la carne y una ropa de entretiempo.
