San Luis, Tribuna Pública

Convivencia: ¿arruina o mejora a las parejas?

Cristian Enrique Santander

La convivencia en pareja es una realidad compleja; el amor no siempre es suficiente para superar todos los obstáculos. Puedo hablar desde mi propia experiencia, y lo que he observado es que esta dinámica no es única, ya que muchas otras parejas enfrentan desafíos similares. Esto me hace sentir que estamos ante un patrón recurrente que se convierte en una tendencia inevitable.

Al inicio de una relación, cuando estás en la fase de enamoramiento, todo parece ser perfecto y la vida fluye en una burbuja color rosa. Sin embargo, en esos momentos no tienes un conocimiento profundo de la otra persona; generalmente, se disimulan aspectos y se ocultan detalles. La realidad se muestra cuando empezás a convivir, ya sea antes o después del matrimonio. En este punto, es cuando te enfrentás a la verdadera esencia de tu compañero o compañera. Puede resultar en la revelación de una persona maravillosa o, en el otro extremo, alguien que parece llevar una máscara.

Aquí es donde comienzan los problemas: celos descontrolados, la necesidad de estar al tanto de todo y hasta acompañarte a todos los lugares, sin importar la situación. En una ocasión, una pareja me acompañó a trabajar en un campo donde éramos el único par en un grupo de unos 50 hombres. A pesar de haberle advertido sobre la posibilidad de que se sintiera incómoda, ella insistió en acompañarme. La situación resultó incómoda y desagradable, lo cual me hizo sentir mal. Esta experiencia ilustra cómo, a veces, las mujeres tienden a tomar la última palabra, aunque no siempre sea lo mejor.

Eventualmente, llega un punto en el que la sensación de asfixia, causada por un comportamiento tóxico o excesivamente controlador, se vuelve agotadora. En ese momento, tomás la difícil decisión de separarte. Es un paso que puede ser doloroso, pero a veces es necesario para recuperar tu propia identidad y bienestar emocional.

Lucas Ariel Queirolo

En mi opinión, las relaciones humanas son verdaderamente hermosas, ya sea una relación de amistad, compañerismo o pareja. En realidad, una relación de pareja debería incluir todos estos elementos, ya que sostener una relación en la que solo una persona tiene la última palabra puede ser complicado y poco satisfactorio.

Los sentimientos de celos son una experiencia común en la mayoría de los seres humanos, pero es fundamental manejarlos a través de la confianza que depositamos en nuestra pareja. Si la confianza no está presente, la relación se ve comprometida. Podés ser la persona más atractiva y amable, pero si no confiás en tu pareja, tu vida puede convertirse en una constante angustia, llena de imaginaciones distorsionadas y culpas injustas hacia la otra persona, sin nunca mirarte en el espejo y reflexionar sobre tus propias acciones.

La capacidad de autoconocimiento no siempre está desarrollada en todas las personas, y es en este punto donde las relaciones pueden desmoronarse. Insisto en que la confianza que depositamos en nuestra pareja es el pilar central. Si tu pareja muestra una necesidad excesiva de estar cerca de ti todo el tiempo, es una señal de que la confianza podría ser un problema. Si no confían en ti cuando dices que vas al trabajo o te reúnes con amigos, es importante abrir un diálogo sincero para que ambos puedan entender cómo están afectando la convivencia. Si la situación persiste sin cambios, es probable que la relación no tenga un buen desenlace.