La sacrificada preparación de un deportista de alto rendimiento, cuidados y advertencias

Tomás Nieto

Juan Carlos «Kuky» Fleita es un respetado fisicoculturista de 57 años, radicado en nuestra provincia, quien continúa destacando en su disciplina. Su atención se centra en el próximo Campeonato Sudamericano Brian Classic, programado para el 8 de octubre en Termas de Río Hondo, Santiago del Estero.

Desde 1987 sabe lo que es ser campeón argentino, ha competido 76 veces, 27 victorias, 2 cuartos puestos, 1 sexto puesto y en el resto de las competencias hizo podio. Después de varios meses a dieta estricta y con el objetivo claro de volver a la competencia en los últimos meses del año, nos cuenta la intimidad de la preparación.

«Mi plan es mantener la dieta, ya que después del 19 de noviembre participaré en Villa Mercedes y, el 3 de diciembre, en el torneo Aconcagua de Mendoza. Una dieta que la he certificado durante todo el año y aprovecharé para participar en cuantos torneos pueda», además nos detalla que estará presente en categoría Máster B, de mayores de 50 años, y en Culturismo Clásico Máster también. Están confirmadas las participaciones de competidores de Brasil, Uruguay, Paraguay, Ecuador, Chile: ¨Me gusta el hecho de compartir experiencias y vivencias con gente de otros países¨, entusiasmado, el atleta espera cumplir un buen papel.

El día a día

“A las 6 de la mañana me levanto y desayuno tres huevos revueltos, un par de tostadas con mermelada, me tomo el colectivo, me voy al gimnasio donde entreno y hago 40 minutos de bicicleta; me voy caminando hasta calle Chacabuco, me tomo el colectivo hasta mi casa, estoy un rato y me voy al club donde trabajo y donde comencé a competir en la provincia, el club Sportivo Pringles hasta las 15 horas”.

Advierte que no es para la cualquiera, “no lo hagan en sus casas, la semana pasada hice un tres por uno: comí tres días proteína sola, que es una lata de atún cada día, dividido en dos comidas, y al cuarto día hidrato para tener un poco de reserva, para obtener energía o glucosa en el hígado y en los músculos para poder empreñar, eso lo hice en dos periodos, es decir seis días lo mismo. Ahora estoy comiendo normalmente. Antes de la competencia empiezo a comer 100 gramos de arroz, dividido en cinco comidas con un bifecito y el agua destilada. El agua destilada, por medio de la orina, voy a alargar los pocos o muchos minerales que me quedan para “secarme” bien. Llegaré bien, ojo esto es para gente especializada y con supervisión”.

“Secarse” refiere a tratar de mantener la masa muscular por medio de la ingesta proteica, mermando los carbohidratos para que la piel quede lo más limpia posible en cuanto a grasa. En altos niveles de competición la grasa corporal debe estar entre el 6 y el 7%, que no es peligroso mientras no haya consumo de sustancias químicas.

“Cuando se toman químicos, los riñones luchan para retener líquidos con el anabólico y luchan para expulsar líquidos con el diurético”, explica y responde sin titubear ante la famosa pregunta si tenés hambre, “obviamente como cualquiera, si me agarra me tomo un café o mate cocido, pero lo hago con gusto, pienso que cuando uno hace las cosas con amor, el sacrificio no se siente. Mientras no se molesta al entorno o a los seres queridos, está todo bien. Cuando uno hace sacrificios no debe pedir al otro que le dé una mano, no, yo soy el competidor y soy el que quiere tener un estado equis, bueno me la banco yo, porque es una decisión propia”.

Entrenar con un peso determinado es solo para mantener y no perder la masa muscular adquirida. Al ser “atleta natural”, digamos, las oscilaciones de peso son prácticamente mínimas: “no es que cuando estoy en volumen, hago pecho con 100 kg y cuando llega el momento del torneo, hago con 20, no. Estoy haciendo piernas con 100 kilos, pero en estos días levanto 90 kilos porque tengo menos ingesta calórica, es decir hay que ir regulando todo, a veces por meter un par de kilos más, uno se lesiona y no es lo que necesito ahora”.

Buscando la perfección

“Los jueces buscan principalmente la simetría, proporciones entre torso y pierna, después la definición muscular y finalmente la calidad muscular. Ya sea en las inserciones, que se vean bien en el hombro, la vascularidad. Hay atletas que tienen un torso bárbaro y de pierna nada, no gana el más grande ni el más pesado, gana el más simétrico, el más armónico, puedo pesar 60 kilos y le puedo ganar a un atleta que pesa 100, no siempre el más grande quiere decir que sea mejor”.