Expresiones de la Aldea, San Luis

Nito Mestre: el regreso del juglar en formato sinfónico

Por “Polaco” Altavilla

La gira de festejos por los 50 años del lanzamiento de “Vida”, el primer álbum de Sui Generis, fue la razón del retorno de Nito Mestre a San Luis para celebrar su debut discográfico y repasar los grandes éxitos de una carrera que supera el medio siglo de actividad, esta vez en formato sinfónico, en el Auditorio Mauricio López, de la UNSL, con un conjunto especial formado por estudiantes locales, dirigidos por Daniel Miranda.
Hace 50 años, Nito Mestre y Charly García formaron Sui Generis, dúo que marcó un hito en la música popular en castellano, con 8 discos editados (4 en estudio y 4 en vivo) y desde el primero, Vida (1973) marcaron el camino a otras bandas.
El concierto en el auditorio puntano fue con la Orquesta de San Luis (integrada por 19 músicos) y su banda, en la que Nito además de cantar toca la guitarra acústica y flauta traversa, y lo acompañan su director musical Ernesto Salgueiro, en guitarra y voces; Fernando Pugliese en piano y voces; y Julia Horton en secuencias, teclados, guitarra y voces.
“Estoy celebrando mis años físicos, hace poquito tiempo, cantando, que fue la mejor manera de celebrarlo”, resaltó Carlos Alberto Mestre que nació 3 de agosto de 1952 y al igual que sus contemporáneos, Charly, León Gieco y David Lebón, lo hizo sobre un escenario. “Festejo el aniversario de Vida porque recorro mi carrera, no solamente ese disco, que lo tocamos con la orquesta sinfónica por primera vez, sino que también recorro lo mejor de mi carrera solista”.
Este proyecto nació cuando Nito se presentó junto a la Orquesta Sinfónica de Neuquén, y por una invitación decidió continuar con el formato. “Me decidí cuando fui a tocar con la Orquesta Sinfónica, me gustó mucho y el gobernador de Neuquén me preguntó si quería tocar con ella en Buenos Aires y acepté”, explicó el artista, quien tras la disolución de Sui Generis, lideró Nito Mestre y los Desconocidos de Siempre -editó 3 discos- y también integró PorSuiGieco, un súper grupo con estrellas del rock acústico argentino integrado por Charly, María Rosa Yorio, Raúl Porchetto y León Gieco.
“Guardo la primera guitarra Gibson Hummingbird que compré con el primer carnaval”, recordó Nito a modo de anécdota, quien al igual que Francisco Prati, el baterista que grabó en ese disco -y aún hoy toca con la batería original de Sui Generis- conserva un souvenir de aquella época.
“¿Lo que significó Vida en mi carrera?, el primer disco es lo más importante que puede ocurrirle a un músico, porque es el disco que marca el comienzo de una carrera solista”, reconoció Mestre del impulso que le dio ese long play a su profesión, de un álbum que no perdió vigencia con el correr de los años. “Todas las canciones son contemporáneas porque las sigue cantando todo el público y eso lo noto en todos los shows”.
Desde 1981, salvo contadas colaboraciones, Nito hizo su carrera en solitario, concentrado en la composición y escritura, en la que lanzó 11 discos y está terminando su próxima producción en estudio. “Trip de Agosto es el último disco entero de estudio, en poco tiempo más estarán los temas nuevos”, anticipó el músico.
“Hace muchísimos años que no voy a San Luis realmente, tengo vagos recuerdos de mis primeras visitas, así que, por suerte, estaré con esta formación de orquesta sinfónica y banda”, reconocía el cantante en la previa. Mestre llegó dos días antes de la presentación -el 16 de agosto- para ensayar y pulir los temas del concierto.
Tras bambalinas, un sorprendido Nito reconoció el talento local y elogió tanto a JF Producciones como a cada estudiante que esa noche lo asombró para bien, superando sus expectativas y animándolos a continuar en ese camino artístico.
Con el inconfundible sonido de su icónica voz, Nito Mestre dio un espectáculo repleto de emociones, poesía y nostalgia, repasando en orden el disco Vida y entonando temas inoxidables de su repertorio. Emocionó a la audiencia, al punto de aplaudir de pie en algunas icónicas de sus canciones, las que dejaron una huella imborrable en el corazón de espectadores, entre amistades y familiares (dos generaciones compartieron juntas ese show) al recordar momentos donde fueron felices con esa música que acompañó sus días de juventud.