Sin Saldo: cuando la amistad y la camaradería van por la misma senda
Por “Polaco” Altavilla
Con un año intenso cargado de diversas actividades profesionales, tales como la composición y grabación de canciones, y ensayos y conciertos varios, el cierre de temporada de Sin Saldo fue en el escenario del Teatro “Jorge Laffue”, en el Casino Golden Palace. Allí ensamblaron el valor de la amistad y el amor por el arte en un mismo espacio, con la temática “Sin Saldo y amigos”. Al correrse el telón, el recitado en off del percusionista León Verdugo dio inicio a la función, mientras los guitarristas y cantantes Damián Cantos Kremnitzer, Rafael Alejandrino y César Agüero, y el bajista Iván Suárez se acomodaban en sus puestos. “Viví el recitado con los nervios de siempre”, comentó con una sonrisa el baterista. “Antes de una actuación es como que te da ese nervio, pero cuando largaste, en el primer tema ya se pasó, es esa adrenalina linda que te da antes de subir y empezar”. Diversos géneros musicales integraron la lista de temas, como versiones de chacareras (Bajo la Sombra de un Árbol, La Anunciación, La Flor Azul, y Cuesta Arriba), zamba carpera (La Sobe y La Vani), y dos canciones propias del conjunto puntano, la cueca cuyana La Pereza, y la balada Dos Duendes y Una Flor. “Quiero meter más canciones mías”, expresó César, autor del chamamé Gotita de Agua, que también sonó esa noche. Del lado de los “Amigos” participaron Julio Zalazar (Algarroba.com) en Gato de los Temblores; el profesor Gabriel Cantisani en Pasacalles del Amor; Ariel Suárez y su saxo en el chamamé lento Ausencia; Abel Taborda para la chacarera Siempre Serán Argentinas; y en Escondido de los Bombos, el cantante Raúl Alcaraz y el guitarrista Martín Giménez (La Cautana). “La elección fue por el deseo de compartir con artistas que admiramos, tenemos una amistad musical y compartimos muchísimos escenarios”, precisó Rafael. “Siempre desde la admiración hacia ellos porque son todos grosos”. El guitarrista repasó la lista de invitados arriba y debajo del escenario, entre la audiencia, en su caso, con su pareja Gabriela y su pequeña bebé Ninna, “que es la primera vez que me ve en vivo”, dijo entusiasmado. “Estuve muy feliz, muy emocionado, fue a verme y fue muy importante y muy lindo para mí”. “Tocar siempre es un disfrute y un placer, y sobre el escenario sentimos que el show fue muy dinámico”, continúo Alejandrino.
“Hubo nerviosismo y ansiedad al comenzar porque no es lo mismo tocar en una peña donde hay mucha más gente y es otra temática, a estar en un teatro donde tenés que cuidar los detalles mínimos y el único artista sos vos y estás en la mirada y la luz de todos los asistentes, pero fue una situación y un proceso muy feliz para toda la banda”. Y si durante la noche los chistes, el “pase de facturas”, agradecimientos y saludos generaron sonrisas en la gente, para el cierre con “Yo en el amor soy un idiota” y “La Cerillana”, la risa estalló en ese inesperado paso de comedia. “Todo escenario no se compara, pero en un teatro es más sentido y tiene otra adrenalina”, destacó Iván de sus sensaciones al finalizar el concierto. “Los artistas que nos acompañaron se prendieron de una cuando los llamamos y les agradecimos su buena onda y predisposición para esa noche y por los ensayos que tuvimos con ellos antes del show”, contó el bajista. “La gente fue muy respetuosa y sentís el cariño con sus aplausos… sintetizando, fue una noche llena de emociones que quedan grabadas para siempre en el corazón”. “Tenemos esperanzas, muchas ganas y descansamos en la organización y la gran experiencia de JF Producciones”, reconoció el vocalista líder, de esta nueva etapa, en la que aúnan esfuerzos con la flamante productora local. “Con Jorge Fernández plasmamos, organizamos, armamos cronogramas y si bien teníamos una gran experiencia en el ambiente, nunca nos habían producido y es un gran descanso experimentarlo antes de subir al escenario, antes de organizar una peña, antes de estar con la calidad de gente que compartimos”. Organizado por JF Producciones, el evento se registró en formato audiovisual y ya se disfrutan varios temas en las plataformas digitales. Damián confesó que al dejar el camarín, al final de la noche, “tenía mucha alegría y me quedé con ‘un gustito de más’, para prolongar un poco más el momento y brindar con los amigos y disfrutar, pero lo disfrutamos y eso es lo que queda”. Sin Saldo compartió escenario con artistas que celebraron su amor por la música y la amistad.
Al término del concierto, en el hall del casino se reunieron familiares, fans y amistades a saludar y renovar con besos y abrazos esa energía que trasmitían desde las butacas.