La Aldea y el Mundo, San Luis

La avispa ante la extorsión

Especial para La Opinión La Avispa

Jamás pude imaginar
que alguna vez yo vería
la malvada ejecución
de una jugada mafiosa.
¡Nunca en mi hermoso San Luis!
Así ocurrieron las cosas.

De histórica localidad.
Muy cerca, Los Manantiales,
es oriundo el senador
que preside con decisión
el Bloque de Senadores
de la, ahora, oposición.

Era una noche serena
de silenciosa armonía.
No se movían las hojas,
el viento las respetaba.
Un sordo ruido anunció
que los “oscuros” llegaban.

¿Qué objetivos perseguían
protegidos por las sombras?
Con designios tan oscuros,

¿Quién a romper los mandaba?
¿Porque en cobarde tropel
con las caras bien tapadas?

Muy sencillo. Era un castigo.
Un “tate quieto”, te digo.
¿Por qué?, porque resistió
apretando las espuelas
el intento de extorsión
como mandaba su abuela.

Doña Clema, desde el cielo
asiste a los senadores.
¡No se rindan, no señor!
No reciban los favores.
Se los dice quien vivió
por San Luis de sus amores.

¡Tanto empeño en endeudarse!
No quieren decir por qué.
Ni cuánto es el “interés”.
Me parece que el “retorno”
nos hace posible ver 
al ladrón corriendo al juez.


MORALEJA:
En esta oportunidad 
no quiero dar un consejo.
Más bien un aplauso tengo
para quien con decisión
puso fin a la extorsión
que traían bajo el poncho.
Pero lo mismo quizá, 
le ayude a tomar coraje
le transcribo ya, sin más,
de Vizcacha este pasaje:
«Las armas son necesarias
Pero naides sabe cuándo;
Ansina, si andás pasiendo,
Y de noche, sobre todo,
Debés llevarlo de modo
Que al salir salga cortando».