La Aldea y el Mundo, San Luis

La Susana Giménez, los ochenta pirulos y la Mona Lisa

Iris

Te dije que el mundo está medio, medio piantadini. “Dos activistas le tiraron sopa al cuadro de la Mona Lisa en París”. Escuchame, tirarle sopa a un cuadro, a La Gioconda del gran Leonardo. Te aviso que la pintura del siglo XVI de Leonardo da Vinci es una de las obras de arte más conocidas del mundo. Y eso que hablamos de París, del mismísimo Museo del Louvre de la capital francesa. Un espacio espectacular. Parece que no le hicieron nada porque está detrás de un cristal a prueba de balas, por lo que es poco probable que haya sufrido daños. En un video que circuló en las redes sociales se ve a dos activistas con camisetas en las que se lee Riposte alimentaire (“respuesta alimentaria”) tirándole sopita a la pobre indefensa. Luego se paran frente a la obra de arte y exigen el derecho a una “alimentación sana y sostenible”, antes de añadir que “nuestro sistema agrícola está enfermo”. Posteriormente se ve cómo los agentes de seguridad del museo ponen pantallas negras frente a ellas antes de evacuarlas de la sala. Ya había bronca en la Ciudad Luz, la capital francesa ha sido testigo de protestas de agricultores en los últimos días. Los manifestantes piden el fin del aumento de los costos del combustible y la simplificación de las regulaciones; el viernes bloquearon carreteras clave de entrada y salida de la gran ciudad. El cuadro de la Mona Lisa ha estado protegido por un cristal de seguridad desde principios de la década de 1950, cuando fue dañado por un visitante que le echó ácido. En 2019, el museo dijo que había instalado un vidrio a prueba de balas más transparente para protegerlo. En 2022, un activista arrojó pastel al cuadro e instó a la gente a “pensar en la Tierra”. El cuadro fue robado del Louvre en 1911, cuando Vincenzo Peruggia, empleado del museo, se escondió durante la noche en un armario para llevarse el cuadro. Fue recuperado dos años después, cuando intentó venderlo a un anticuario en Florencia, Italia. Cosas que pasan… pero yo no pesco mucho esa onda. Entiendo que la gente quiere que le den bolilla, o llamar la atención a toda costa, pero me da como miedo. Debo estar viejona. Además, el arte me despierta respeto. Está bien que por una sopa no va a pasar nada grave. Espero que no haya sido sopa de arroz porque no me gusta, y me parece que a la Mona Lisa tampoco.


Cumplió ochenta años Susana Giménez. Festejó en Uruguay en una estancia espectacular que tiene en Punta del Este: “La Mary”. Sabés que La Mary es una película que hizo Susana, en 1974, con Carlos Monzón, que parece que ahí se enamoraron. Dicen que después de las escenas calientes, el director Daniel Tinayre (el esposo de la Chiqui Legrand) gritaba “corte, corte”, y no podían para de chapar. El personaje de Monzón se llamaba Cholo. En el elenco estaban Alberto Argibay, Dora Baret, Leonor Manso, Olguita Zubarry, la gran Susy Kent, Teresa Blasco y Golde Flami. Vuelvo al cumple. Le regalaron todas cosas raras: una cuchara para servir helado y otras pavadas. Entre los obsequios más curiosos, la diva recibió muchas flores, unos monos raros tipo escultura, un encendedor con forma de perro “para prender las velas”, una alfombra peluda, botas forradas con corderito, individuales de lino blanco y algunas herramientas, como una minisierra y una atornilladora a batería. Dos juegos de backgammon, una lapicera Swarovski con brillantes, una manta de vicuña, vasos de agua con el diseño de una abeja y una pava eléctrica roja. Por supuesto, los objetos decorativos no faltaron y la diva mencionó los platos y diversos elementos de diseño que le enviaron. Estuvo Roberto Moldavsky, contando esas cosas que cuenta él; cantaron Cristian Castro Y Palito Ortega. Además, parece que Su deja para siempre el teatro, se despidió arriba del escenario con flores y todo eso. La Moria Casán se enojó porque dice que la Giménez se tiene que despedir en un teatro de la calle Corrientes, y no en un hotel de la vecina orilla. Cosa de las divas, lo cierto es que fueron ochenta pirulos y se mandó flor de fiesta. Y no me invitó.