Timoty Cid: un custodio del legado de Willy Crook y Los Funky Torinos
Por Polaco Altavilla
Con la misión artística de continuar con el legado de Funky Torinos, el grupo celebra en vivo la obra de Willy Crook, mítico líder del combo Soul & Funk y que hoy mantienen activo el baterista Timoty Cid, el guitarrista Juan Manuel Valentino, el bajista Fernando Lupano (que en San Luis reemplazó Nacho Porqueres) y el pianista Carlos “Patán” Vidal, secundados por el trompetista Miguel Ángel Tallarita, el saxofonista Juanma Torres y las voces de Nina Portela y el conductor radiofónico Dany Jiménez. “Este es un show muy esperado”, resaltó Cid en referencia a la recepción popular cuando salen de gira por el país. “Empezamos con unos pocos shows y ya no sé cuántos llevamos, y eso está muy bien y es muy divertido”.
El núcleo fuerte de la banda son Timoty, Valentino y Patán, que compartieron grabaciones, ensayos y conciertos desde el principio de Funky Torinos. En esta gira, se unieron nuevas generaciones de artistas. “Está con nosotros Nacho, el bajista histórico de Willy, que en su última época nos fuimos y armó otra banda, y JuanMa Torres que vino como saxofonista. Lo trajo Patán porque tenía un sonido parecido pero después nos dimos cuenta que era un gran guitarrista y terminó tocando la guitarra y el saxo ¡le hicimos precio 2×1!”, bromeó Cid, apostado en un sillón del céntrico hotel donde se hospedaban. “Y Nina y Dany conocían el repertorio, así que mucho no hubo que hacer”, dejó en claro el batero. “Es tratar de no imitar este asunto, como si estuvieras cantando un cover de cualquier otro artista, porque si no quedás a la mitad de camino, sin ser ni chicha ni limonada”. La prueba de sonido en el bar fue rápida, efectiva y dejó en claro que, más allá de aplicar el oficio, es conocerse como amigos que tocan juntos que la maquinaria está aceitada y terminan rápido el trámite y dejan a punto el escenario. “No hay misterios: tenés que tocar de una forma, del estilo que estés tocando y se interpreta todo”, precisó el baterista. “Con Patán y Valentino tenemos más de 30 años tocando juntos, es mirarnos y salimos para adelante, vio? nos sale así pero por viejos, no por talentosos”, dijo con una sonrisa cómplice.
“Actualmente estoy musicalizando documentales para cine y producciones musicales. En ese caso el cine te ocupa muy mucho tiempo, algunas productoras te llevan tiempo, no es como producir una banda, que si bien te lleva un tiempo de carga, no es tan pesado como otros rubros, y así lo voy piloteando”, contó Timoty de otros trabajos profesionales. “A la batería hay que pensarla como un piano, en las producciones no toco batería, si tengo que tocar, la toco, obvio, de acuerdo a lo que te pide ‘la situeishon’ pero la batería es como un piano, básicamente, lo vas llevando. Es el cimiento de donde todos tienen que estar, más allá de lo rítmico, en la batería es como el cimiento rítmico propiamente dicho, sobre todo los que terminan apoyándose, así lo sentís, de hecho hay muchos bateristas produciendo porque te das cuenta que lo que va sucediendo es muy natural, estás ahí atrás”. Nacido en Villa Gesell, Eduardo Guillermo Pantano, Crook recorrió diversos escenarios como embajador del funk argentino, como cantante, guitarrista y saxofonista que también brindó sus servicios en Sumo, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Charly García y Abuelos de la Nada, por ejemplo, que visitó San Luis en varias oportunidades y quedaron anécdotas referidas de sus contactos puntanos en la última década con varias presentaciones céntricas.
Willy falleció en junio de 2021, a los 55 años, internado por un accidente cerebro vascular. Le conté a Timothy una de las tantas andanzas que Crook hizo en la ciudad. Casualidades en las contrataciones, la misma noche que su colega, amigo y compinche Gillespi se presentaba en All Right, Willy hacía lo mismo con The Reverends Sons Of en un boliche de moda. Los dueños de la disco se opusieron a que Crook, contratado por el local, se fuera del establecimiento… ¿por qué le mojaron la oreja a un tipo que siempre hizo lo que quiso? y aun teniendo todo en contra, se salía con la suya. El saxofonista pidió empezar temprano su set para lograr su cometido. Mientras bebía un fernet en camarines, Willy contó su plan: “está bien, yo soy libre de ir a donde quiera (dejando en claro que no se quedaba en esa disco) y si, de casualidad, estoy viendo una banda, y me piden que suba a tocar, no me voy a negar”… ¿y en qué bar estaba y quiénes le “ofrecieron” sumarse a una zapada? Gillespi y Patán en All Right. Asunto zanjado. “Tengo tantas historias que no puedo encontrar una”, dice Timoty recostado en el sillón, con una sonrisa nostálgica. “En los primeros shows me emocionaba al recordarlo, después, como siempre en la vida, se empieza a crecer el duelo dentro de uno, entonces va de, no sé sí… ‘emocionado’ pero ahora no se me viene a la mente un momento particular”.